El reto se terminó y mi amigo Iván Bragado y Discamino lo han conseguido. Han sido cincuenta días perdidos por las carreteras de Italia, Francia y España con el peligro que conlleva el viajar por las carreteras tal como está hoy en día el respeto a los ciclistas. El calor ha hecho también mucho daño en las horas más próximas al mediodía porque la expedición partía muy temprano y ello también preocupaba por el frío de la primera hora. Todo ha quedado en el recuerdo y nosotros nos sentimos orgullosos de poder haber estado desde este pequeño rincón haciendo llegar las emociones de estos héroes que una vez más nos han dejado en las crónicas un gran ejemplo. Gracias Iván, gracias Javier y gracias a todos los que formáis Discamino y habéis entrado con vuestro nombre en esta que es vuestra casa y en la que tenéis las puertas abiertas para lo que necesitéis.
DÍA 50°.- YA EN CASA
“Un día, medio en broma medio en serio, un amigo peregrino nos preguntó a un grupo que estábamos haciendo el Camino con él, cuál sería la onomatopeya con la que se representaría el final de una ruta larga. Sin tener que pensarlo mucho, uno de los presentes le dijo que la respuesta era muy fácil; que esa onomatopeya era exactamente igual a la de un suspiro, o sea, aaaaaaaaaafffuuuuuuuuuuu. Pues si eso es así, ahí va nuestro suspiro: «aaaafffuuuuuuuu» y doble aaaafffuuuuuuuu»:
– Suspiro de alivio por haber llegado sanos y salvos a la meta, por no haber sufrido percance alguno, por no habernos apenas mojado, porque las tormentas fueron siempre por la noche, por habernos recuperado cada día del cansancio del día anterior, porque sólo pinchamos una vez en toda la ruta,…
– Suspiro de envidia ante la fuerza y la juventud de algunos de los peregrinos de este DisCamino-2018.9, por el cariño con el que las hermanas tratan a sus hermanos, por aquellos que siguen hasta Finisterre.
– Suspiro de resignación ante lo que toca «currar» cada vez que se termina una ruta (cargar todo en las furgonetas en la plaza del Obradoiro, regresar a Vigo, repartir a los Copilotos dejándolos en sus casas, vaciar las furgonetas, limpiarlas, separar de entre los alimentos sobrantes lo perecedero de lo no perecedero y darle curso a lo primero, repostar las furgos y devolverlas a sus legítimos dueños….
Y, hablando ya de la jornada de esta mañana, hay que decir que lo que hemos vivido ha sido increíble. Nunca antes una caravana de DisCamino había sido tan grande y espectacular. 36 corazones latiendo debajo de ese logo y ese sueño que nos unen. Nadie es igual a otro. Cada uno piensa y siente de forma distinta, pero estoy seguro de que una vez más hemos repartido y recibido felicidad a partes iguales. 12 pilotos, 12 copilotos y 12 bicis de apoyo empujando a los más débiles y, entre estos últimos, tirando y apoyando como cualquiera, nuestro amigo Alfonso, Vicepresidente de la Xunta.
Después, durante la tarde, hemos ido cruzando preciosos mensajes de agradecimiento de unos para otros y de otros para unos, pero lo mejor han sido los abrazos de «hasta la próxima» que hemos intercambiado en la plaza antes de regresar a nuestras vidas cotidianas.
El DisCamino-2018.9 ha finalizado. Este jueves llegará a Vigo una expedición de Aspace Navarra para un breve Vigo-Santiago en BATDUET, Bici-Silla de ruedas. Hacía tiempo que les animábamos a venir y probar y por fin se han decidido. VIVA EL DISCAMINO-2018.10
MIL GRACIAS COMO SIEMPRE A NUESTROS PATROCINADORES HABITUALES:
Hospital Povisa, TURBO10 VIGO, Concello de Vigo, Elevaciones Rama-Meifus Machinery, Rodosa, Onefurgo, Concello de Nigrán, Granisa, Apamp (Asociación de Familias de Personas con Paralisis Cerebral, Alento Asociación Daño Cerebral, Castrelos Vigo, Castrelos 20;30, Correndo por Vigo, Low Cost Rent”.
