La comunidad autónoma de Castilla y León lideró el saldo vegetativo más negativo del año 2020 con 22.543 personas menos, seguido de Cataluña (-21.659) y de Galicia (-17.610), según los datos publicados este jueves por el INE sobre el ‘Movimiento Natural de la Población’ que constata en este casi que los fenómenos demográficos analizados (nacimientos, defunciones y matrimonios) estuvieron «muy afectados» por la pandemia de COVID-19.
De hecho, el crecimiento vegetativo (nacimientos menos defunciones) fue negativo en 2020 en todas las comunidades autónomas, excepto en Región de Murcia (1.432) e Isles Baleares (815) y en las ciudades autónomas de Melilla (338) y Ceuta (188).
A nivel nacional, el crecimiento vegetativo de la población residente en España (es decir, la diferencia entre nacimientos de madre residente en España y defunciones de residentes en el país), fue negativo en 153.167 personas, tendencia que comenzó ya en 2017 cuando se perdieron 30.772.
Por su parte, la esperanza de vida al nacimiento alcanzó los valores más altos en Isles Baleares (83,4 años), Comunidad Foral de Navarra (83,4) y Galicia (83,3), con Castilla y León en séptimo lugar con 82,5, mientras que los valores más bajos se dieron en las ciudades autónomas de Melilla (78,9) y Ceuta (79,3 años) y en Castilla-La Mancha (81,3).
El INE precisa que los datos del año 2020 son provisionales y que se publicarán como definitivos en diciembre de 2021.
