
El Caja Rural Atlético Benavente puso corazón, garra y fútbol, pero no fue suficiente para remontar la eliminatoria ante el Vilalba. El 2-2 final en La Rosaleda certifica su adiós a los playoffs de ascenso, tras el 7-3 de la ida.
Inicio prometedor, pero sin premio
La afición llenó La Rosaleda y empujó desde el primer minuto. Guancho encendió la esperanza con un tempranero gol a pase de Charlie. El equipo lo intentó por todas las vías, pero se topó una y otra vez con los palos y un portero visitante en estado de gracia.
Asedio sin recompensa
Las ocasiones se sucedían para los de Marcos Vara: Christian, Aitor, Pablo… todos buscaron el gol sin descanso. A pesar del empuje, el marcador no reflejaba su dominio. Y en el peor momento, Vilalba empató. Pablo devolvió la ventaja local jugando de portero-jugador, pero el doble penalti visitante selló el 2-2.
Una ovación para los valientes
El pitido final no apagó el orgullo de una afición entregada a un equipo que lo dio todo. El Atlético Benavente se despide de la temporada con la cabeza alta y la mirada puesta ya en la próxima. El sueño del ascenso, aunque aplazado, sigue más vivo que nunca.