La aparición de varios gatos muertos días atrás en Camarzana de Tera ha motivado que algunos vecinos expresen sus quejas ante las prácticas delictivas por el envenenamiento de estos animales.
Las calles Naciente, los Negrillos y Cancillas venían siendo escenario habitual para que algunos gatos acampasen a sus anchas y más aún teniendo comida en los contenedores ubicados en la zona. Felinos apostados al sol y al albur del sustento del vecindario que creaban una simpática estampa imprimiendo seña de identidad en un pueblo.
A través de un cartel se advierte que echar veneno y el uso de cebos envenenados está penalizado, ya que se considera como una infracción penal y administrativa que se recoge en el artículo 336 del Código Penal. También se hace hincapié en la figura delictiva del maltrato animal tipificada en el artículo 337.
Los hechos se han puesto en conocimiento de la Guardia Civil, refiere el cartel instalado en la zona donde se han producido los envenenamientos a los gatos.
Camarzana de Tera no es el único lugar de la comarca donde se suceden los envenenamientos de gatos, ya que en los últimos tiempos parece ser una práctica extendida en algunas localidades de la zona. Los cebos con veneno suelen ser el denominador común para conseguir exterminar a estos animales que desde siempre han convivido con el ser humano. Hasta en la cultura del Antiguo Egipto los gatos llegaron a ser adorados.
