Como anunció el presidente de la Junta y ayer era publicado en el Bocyl, este jueves 5 de noviembre, a las diez de la noche, será el último día que estarán abiertos los bares. Y ello durante 14 días, al menos.
Una situación que ha revolucionado al sector hostelero y a muchas personas, porque el bar no es sólo una barra detrás de la que se encuentra un camarero a servirte la bebida, o la comida. Es un espacio de convivencia del que participa conjuntamente toda una serie de servicios y de tejido industrial, como señalan los profesionales y se pone de manifiesto en la vida cotidiana. Es el eslabón de una cadena de dinamización económica.
Este mediodía se concentran los hosteleros a las puertas de las Cortes de Castilla y León, en Valladolid, haciendo oir su voz de que el sector no es ni el culpable de esta pandemia, ni de su mayor incidencia. Por lo menos, clamarán al unísono que esta más que restrictiva medida del cierre temporal no se prolongue más allá de los 14 días fijados. En caso contrario, serán muchos más locales de los previstos los que tendrán que, de forma definitiva, bajar la persiana.
