El Libro Blanco de la Visión, editado por la Federación Española de Asociaciones del Sector Óptico (FEDAO), estima que casi 195.000 castellanoleoneses podrían necesitar gafas o lentillas, «pero su situación económica les impide hacer frente al gasto».
Esta es una de las conclusiones expuestas este miércoles durante la presentación del Libro Blanco de la Visión, en una edición especial COVID-19, editada por la Federación Española de Asociaciones del Sector Óptico (FEDAO) y la asociación de utilidad pública Visión y Vida.
En el estudio, enlazan el dato de que seis de cada diez personas en España necesitan equipamientos ópticos en su día a día para disfrutar de una buena visión con las estadísticas del INE de 2019 relativas al riesgo de pobreza, que afecta a un 20,7 por ciento de la población española.
Es decir, 9.734.425 personas viven con menos del 60 por ciento de la media de los ingresos anuales por unidad de consumo acorde con el número de personas (el umbral de pobreza en España en 2019 fue de 9.009 euros).
En Castilla León, la tasa del umbral de pobreza afecta al 12,9 por ciento. «En el caso de Castilla León, estamos hablando de 194.826 castellanoleoneses que no podrían hacer frente a la compra de sus equipamientos visuales o para los que la compra de los mismos desestabilizaría su economía doméstica, es decir, el 62,94 por ciento de los que viven en el umbral de la pobreza en la comunidad autónoma», ha explicado, el presidente de Visión y Vida, Salvador Alsina.
Los datos de este Libro Blanco muestran un aspecto preocupante ya que, en ámbito estatal, en la franja poblacional de mayores de 85 años, en la que según sus estimaciones el 100 por ciento de las personas requerirían equipamientos ópticos, la cifra de uso de gafas y lentillas se reduce 10 puntos alcanzando el 77,5 por ciento.
Los profesionales del sector se plantean si estos datos nos hablan de falta de revisión o de seguimiento para que estas personas reciban asesoramiento óptico sobre cómo dar respuesta a sus necesidades o si, por el contrario, estamos ante la ya conocida como «pobreza visual», la imposibilidad de adquirir los equipamientos ópticos necesarios para cubrir las necesidades visuales debido a un problema económico.
Esto se une al hecho de que sabemos que los rangos socioeconómicos inferiores tienen mayores dificultades visuales.
Así, el 81,5 por ciento de la población que ocupa un puesto de baja cualificación no tiene limitaciones visuales o auditivas, mientras que la cifra asciende hasta el 91,3 por ciento en aquellos de alta cualificación.
Con estos datos en mente, el sector explicó en rueda de prensa que lleva cerca de un año trabajando para que el Gobierno apruebe un Plan Nacional de Salud Visual con la implicación de agentes estatales, autonómicos y locales que permitan monitorizar el estado de la visión de cada ciudadano desde el momento de su nacimiento hasta sus últimos días.
En el documento se plantea como «solución única» el bono visual a la compra de gafas y lentillas y recuerdan que en Italia, el Gobierno aprobó en diciembre de 2020 un sistema de ayudas a la compra de equipamientos ópticos para las personas con mayor necesidad.
Así, todo aquel con una renta inferior a 15.000 euros podría solicitar un bono de 50 euros para renovar sus gafas o lentes de contacto.
La ayuda, en fase de articulación, saldrá de un total de 15 millones de euros durante un trienio (2021, 2022 y 2023) que podrán ayudar a unas 100.000 personas por año.
Sin embargo, aunque el sector considera que es mejor comenzar con algo modesto para poder ir mejorando la situación, ha analizado por medio de los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Encuesta de la Salud cuál sería la propuesta ideal para cumplir con todas las necesidades visuales y lograr un 100% de buena visión en España.
Así, el sector reclama que, si se busca ayudar a tener un 100 por ciento de buena salud visual en España se debería alcanzar esta cifra y el bono debería ser de 100 euros, la mitad del importe total medio de unas gafas completas o lentillas para un año.
En el acto, en el que han participado la presidenta de FEDAO, Inés Mateu; el presidente de Visión y Vida, Salvador Alsina; y la coordidadora, Elisenda Ibáñez; que han explicado los datos económicos de mayor interés, al tiempo que se han recordado las consecuencias que la pandemia del COVID-19 está teniendo en nuestra visión, reclamando al Gobierno poner en marcha ayudas a la compra de equipamientos ópticos, como el Bonus Vista italiano, para evitar la ya conocida como «pobreza visual».
EL SECTOR PROFESIONAL ÓPTICO EN CASTILLA LEÓN
En España, con 47 millones de ciudadanos, existe prácticamente el mismo número de ópticas que Italia, con 60 millones de habitantes, y se aproxima mucho al número de ópticas alemanas, que casi duplica en población a la nación española.
Así, se cerró 2020 con 10.039 ópticas en el país, un 0,24 por ciento menos que en año previo. En Castilla León actualmente existen 543 establecimientos de óptica.
Cualquier núcleo de población de más de 15.000 personas tiene un establecimiento sanitario de óptica.
Así, a cada óptica castellanoleonesa le corresponden 4.419 personas, por debajo de la media de España, que es de 4.684 personas por establecimiento.
