Hallan en Zamora el esqueleto más completo de Europa de un cocodrilo del eoceno

El fósil de Iberosuchus descubierto en la cuenca del Duero revela datos clave sobre la fauna de hace más de 40 millones de años

Un hallazgo excepcional en el corazón de Zamora

La cuenca del Duero, en el noroeste de la península ibérica, vuelve a colocarse en el centro de la paleontología europea con un descubrimiento de gran relevancia científica. Investigadores de la Universidad de Salamanca (USAL) y de la UNED han recuperado en la provincia de Zamora el esqueleto más completo hallado en Europa de un cocodrilo terrestre del Eoceno, el Iberosuchus.

Este sorprendente hallazgo es fruto de la primera campaña paleontológica desarrollada en más de 30 años en los yacimientos de vertebrados del Eoceno de esta cuenca, reactivando así la actividad científica vinculada a la histórica Sala de las Tortugas de la USAL.

El cocodrilo ibérico que dominó hace 40 millones de años

El Iberosuchus fue un depredador terrestre primitivo, pariente lejano de especies actuales, pero adaptado a un medio terrestre, no acuático. Habitó lo que hoy es la península ibérica hace más de 40 millones de años, en un periodo caracterizado por una biodiversidad exuberante y un clima cálido y húmedo.

Según los investigadores, este ejemplar recuperado en Zamora destaca por su excepcional grado de conservación, especialmente del esqueleto postcraneal y de su armadura dérmica. Se trata, explican, del fósil más completo de este género en Europa.

Un nuevo yacimiento lleno de vida fósil

Junto al esqueleto del cocodrilo, el equipo ha recuperado también fósiles de tortugas y otros vertebrados que permiten reconstruir el ecosistema en el que vivieron. “Los restos de tortugas son especialmente importantes porque ayudan a comparar la diversidad de esta fauna con la de otros yacimientos del Eoceno en Castilla y León”, afirma Adán Pérez García, investigador de la UNED.

Los descubrimientos ofrecen información clave para comprender los cambios climáticos y ecológicos del Eoceno, un periodo geológico que transcurrió entre hace 56 y 34 millones de años y que fue testigo de grandes transformaciones globales.

Vuelve la paleontología a la cuenca del Duero

La reactivación de estas excavaciones supone también el renacer de las investigaciones en la Sala de las Tortugas, un espacio con una larga tradición paleontológica. “Es una satisfacción retomar las actuaciones paleontológicas que permitirán recuperar un patrimonio científico que merece mayor atención”, comenta Santiago Martín de Jesús, comisario científico de la exposición actual de esta sala.

José Manuel Gasca, geólogo de la USAL y responsable académico del proyecto, destaca que existe ya un grupo de trabajo multidisciplinar centrado en los paleoambientes y antiguos ecosistemas de la cuenca del Duero, con el objetivo de ampliar y poner en valor la colección científica.

Una región clave para entender la evolución europea

Gracias a su posición estratégica, la cuenca del Duero funcionó como corredor biogeográfico entre la península ibérica y el resto de Europa. Esto facilitó el movimiento de especies y la aparición de ecosistemas únicos. El nuevo yacimiento zamorano refuerza esta teoría al ofrecer datos que ayudan a explicar las migraciones, adaptaciones y extinciones ocurridas en el pasado.

Las campañas de excavación, que continuarán en los próximos meses, están financiadas por proyectos nacionales del Ministerio de Ciencia e Innovación y coordinadas por varias universidades, entre ellas la USAL, UNED, Universidad de Zaragoza y Universidad del País Vasco.

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