Condenados al cierre, a la quiebra y empujando a varios pueblos a la desaparición. El entorno de Ricobayo lamenta que el 2022 sea el último clavo en el ataúd de varios pueblos y de empresas de la zona.
A la crisis de la pandemia del Covid, que privó a muchos zamoranos de acercarse a sus pueblos, segundas residencias, en 2020 y 2021, se puede unir un 2022 en el que sin agua muchos de estos veraneantes recorten su tiempo de ocio en los pueblos o directamente elijan otro destino turístico.
Son muchos los negocios que viven directamente de los meses estivales y de un bien como el agua del embalse que anima a los hijos del pueblo a volver y a muchos zamoranos a acercarse en las tardes calurosas para refrescarse. Los chiringuitos se quedaron cerrados en 2021 por falta de agua ya que no acudían turistas a disfrutar de este bien. Los clubes de vela no pudieron tener actividad al quedar los pantalanes en la tierra; muchos bares contaron con mucha menos actividad que de costumbre y otros sectores del ocio martímo, como las barcas recreativas, tampoco pudieron funcionar.
El sector sobrevivió a duras penas un año pero desde la empresa privada ven imposible mantenerse un 2022 sin agua y sin poder abrir, lo que significaría un duro golpe para muchos pueblos.
Este descenso de visitantes, de turistas, de vecinos, no solo afecta a estos sectores sino que crea un efecto dominó al resto de tejido empresarial de estos pequeños pueblos. Del verano viven también las pequeñas tiendas, los bares de pueblo, carnicerías, farmacias rurales y todo lo que sobrevive en la Zamora vaciada. Estos negocios hacen su ‘agosto’ en julio, agosto y septiembre y viven, especialmente, de los hijos del pueblo que regresan para estos meses de ocio en el que Ricobayo tiene un papel fundamental.
El runrún en algunos pueblos es real en estos meses anteriores al verano porque la posibilidad de cierre, siempre sobre la cabeza de estos pequeños empresarios de pueblo, es más real que nunca. Sin verano no hay invierno. Sin verano, no hay comercio, restauración ni otros servicios. Y sin servicios lo que no hay son pueblos. Ricobayo, vacío, puede ser la sentencia para varios pueblos de Zamora.
