El ritual de las cenas de Navidad es una tradición que los ciudadanos españoles llevamos a rajatabla desde hace varias décadas. Es la ocasión que aprovechamos para reunirnos, ya sea con nuestros compañeros de trabajo, amigos o familiares, y compartir buenos momentos alrededor de una mesa, pero también es la ocasión en la que muchas empresas de restauración consiguen dar un último empujón a las cifras conseguidas durante el resto del año, y poder cerrarlo con buenos resultados.
Este año, y con la nueva variante de Covd-19 en nuestras fronteras, las cenas de Navidad vuelven a estar en peligro. El 2020 ya fue un año duro para este sector, que vio como tampoco podría mejorar sus ingresos a través de esta tradición navideña y, tras oír recomendaciones como la de la Generalitat de Cataluña sobre no celebrar este tipo de reuniones dado el aumento de la incidencia, el número de cancelaciones se ha visto incrementado.
El aumento de casos de Covid-19 en todo el territorio español ha supuesto una oleada de cancelaciones de este tipo de cenas. De hecho, el 20% de las reservas efectuadas para cenas de Navidad han sido canceladas, según la Conferencia de Empresarios de la Hostelería Española, siendo buena parte de este porcentaje empresas. Por zonas, por ejemplo, en León se ha cancelado el 30% de estas reuniones, siguiendo a Vigo, quien ha visto el 80% de este tipo de cenas anuladas.
La Conferencia estima que la recaudación económica este año rondará entre los 10.000 millones de euros, una 66% más que el año pasado, cuando se recaudaron 6.000 millones. Aun así, estas cifras no consiguen igualar al último año precovid, en el que se recaudaron ingresos en un 15% superiores.
Los restaurantes no deben darse por vencidos. Para intentar darle la vuelta a este tropiezo, deben de ser creativos y darles alternativas a los clientes con acciones como:
- Enviar comida a domicilio al mismo tiempo a todos los miembros del equipo de la empresa para que puedan tener una cena virtual. Esta sería una forma ingeniosa de tener una cena que podría ser divertida para el cliente.
- Darles bonos o cupones para pedidos a domicilio a los miembros del equipo.
- Ofrecer al cliente el envío de “cestas navideñas” con los platos de la cena listos para calentar.
Los restaurantes han demostrado en estos dos años que ante la adversidad siempre hay forma de salir adelante. Únicamente hay que pensar diferente para minimizar estas pérdidas y al mismo tiempo lograr fidelizar a los clientes al darles alternativas atractivas y diferentes.