Mientras en la mañana de este viernes se realizaba en el restaurante «Los Valles« de Quintanilla de Urz una entrevista a Lázaro Zarza, presidente de la comunidad de regantes del canal de la margen derecha del río Tera, a sólo 136 kilómetros, a una hora y media de camino por la autovía, en la ciudad de Salamanca, se estaba celebrando la Conferencia de Presidentes, teniendo en su agenda los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que llegan a España por la Covid. El presidente de los regantes de la margen derecha del Tera ya había propuesto en la Junta de Explotación de la Confederación Hidrográfica del Duero que una partida de estos fondos económicos tendría que servir para la modernización del regadío. «Ahora hace falta que nos atiendan, porque oir ya lo han oído».
Lázaro Zarza lo tiene bien claro, «no se puede asentar población si los productos del campo no son rentables, si las explotaciones ganaderas no reportan beneficios. No puede haber relevo generacional porque la producción no tiene la rentabilidad debida». Este avezado agricultor y ganadero, que conoce la comarca como el que más y, sobre todo, el sector primario, apuesta por llevar a cabo una reconcentración parcelaria apuntando a los minifundios de terrenos existentes en muchos casos en la zona del Valle de Valverde. Esa sería la primera premisa, «lo primero que hay que hacer», señala Zarza haciendo notar las pequeñas tierras de cultivos con superficies de 1.000 o 5.000 metros cuadrados. «Ahora tenemos una oportunidad para que, al menos, una parte de esos 142.000 millones de euros que llegan a España, queden en la zona, que se pueda utilizar para modernizar el regadío».
Todo ello, según refiere Lázara Zarza, «porque tiene que haber ingresos para asentar población y yo no puedo dejar a los regantes tirados, tienen que seguir regando, pero tampoco quiero que se hipotequen para toda una vida. Si una explotación no da beneficios, es que entonces te arruinas y los costes para modernizar el riego de los cultivos son muy cuantiosos».
El presidente de los regantes de la margen derecha del Tera apunta a la necesaria transformación de las infraestructuras de riego, ya que la zona dominada por la margen derecha arrastra tras de si casi medio siglo desde la puesta en servicio del canal en el año 1972. Una infraestructura que se alimenta del agua del río Tera en el azud junto al santuario del Agavanzal en Olleros y tras sortear la elevación en Melgar discurre en un recorrido de kilómetros de canal y acequias secundarias hasta Milles de la Polvorosa. Haciendo un poco de historia, ya en el siglo XIX, los vecinos de Olleros, al igual que los de Calzadilla construyeron a pico y pala un primer canal cuyo recorrido fue a parar hasta el límite con Pumarejo. Aquella primera manga del río para el riego llegó a convertirse más tarde en el canal principal de riego de la Confederación Hidrográfica del Duero de la margen derecha del río Tera.
Superficie de riego dominada por la margen derecha
La comunidad de regantes viene regando 25 términos municipales, 6 de ellos por aspersión y 19 por canal abierto, llegando hasta Milles y Bretocino con una superficie de regadío de 8.000 hectáreas de las 10.000 hectáreas dominadas por la margen derecha. Es precisamente el cultivo del maiz el que se ha convertido en la estrella del terreno cultivable con un porcentaje del 80% de la superficie de riego, cuando hace años lo era, y con mucho, la remolacha. Los cultivos de alfalfa, cereales de invierno y hortícolas son los que se llevan una menor parte del agua. No obstante, en esta época del año, y con el fin de atender la demanda de los regantes, se sueltan desde el azud de Melgar casi 8.000 litros de agua por segundo. «Ahora se está al 100% para atender esa fuerte demanda»
Desde esta comunidad de regantes y gracias al personal de 5 guardias y 2 empleados se vienen realizando los trabajos de vigilancia y de mantenimiento de acequias y tuberías, para que las insfraestructuras de riego estén en condiciones óptimas con el fin de atender los cultivos. Un personal que trabaja de lunes a viernes, e, incluso, algunos fines de semana, refiere Lázaro Zarza, apuntando a una «campaña atípica» por segundo año consecutivo por culpa de la pandemia. «Se pretende llegar con el agua todos los cultivos, en un reparto equitativo», señala.
«El sector primario, el agrícultor y el ganadero han de ir en sintonía, los productos han de tener su valor, parece que ya no nos acordamos que el año pasado nos manifestamos por toda España», Lázaro Zarza se pregunta «¿y qué hacíamos?, pues llenar las estanterías de los supermercados, porque estaban vacías». El presidente de la comunidad de regantes de la margen derecha del Tera hace una vehemente llamada para que la Administración no se olvide del sector, «ya que somos los que damos de comer a mucha gente».
