Merecida jubilación después de 40 años tras la barra del bar

El emblemático hostelero de Santibáñez de Vidriales, Alfonso Ferreras, deja la actividad laboral ejercida día a día sin descanso

Más de 14.600 días, así durante 40 años, desde el año 1982, ha permanecido abierto al público el Bar Ferreras en Santibáñez de Vidriales. Ese establecimiento hostelero ubicado en la calle Mayor, en plena travesía, a donde se acudía a sellar boletos de apuestas de lotería y de las quinielas. Y, de paso, tomar una bebida. Y así día tras día, porque hasta el último momento, hasta este martes 31 de mayo, ha permanecido Alfonso Ferreras atendiendo a los clientes y a quienes se acercaban a su local. Fue el miércoles 1 de junio cuando Alfonso Ferreras, junto a su mujer Ana Villate, tiraban la casa por la ventana ofreciendo una fiesta a sus clientes, familiares y amigos, porque la ocasión era más que merecida.

Alfonso y Ana a las puertas del bar

Se jubilaba Alfonso y el encuentro festivo no pudo ser más emotivo porque hasta las lágrimas le cayeron varias veces a la pareja de hosteleros cuando recibían por sorpresa vídeos agradeciendo el servicio realizado durante todos estos años.

Este hostelero de pro, Alfonso Ferreras para más señas, no ha dejado ni un momento la barra del bar. Él mismo utilizó el azadón, el pico y la pala, para construir las zanjas de los cimientos del establecimiento y de su vivienda. Eran otros años cuando la localidad vivía la pujanza del comercio y servicios. Hasta dos discotecas y pubs había entonces, ya no digamos tiendas o entidades bancarias. Incluso acababa de cerrarse unos años antes hasta el servicio de Notaría. Eso da idea de la pujanza comercial que dominaba esta villa vidrialesa. Hasta actividades fabriles como una reconocida fábrica de mantas, propiedad de su familia, donde había currado Alfonsito y desde donde comenzó a fraguarse la actividad hostelera con la construcción del Bar bautizado con su apellido, «Ferreras».

El Bar Ferreras se erigió en poco tiempo en un establecimiento emblemático en la zona llegando a constituir todo un local hostelero referente en la comarca al disponer de máquina expendedora de juegos y loterías pero, sobre todo, por el mimado servicio que ha venido dispensando a sus clientes. Políticos, empresarios, gente de la farándula y del más variopinto colorido, personas anónimas, han pasado por este bar. A Alfonso le ha movido siempre su pasión, el Real Madrid, y en su establecimiento se han venido dispensando los mejores encuentros de amigos ante la pantalla de televisión. Hasta el pasado sábado ya tenía Alfonso más que preconizado que el equipo de sus amores se alzaría con la 14 copa de la Champions y por eso no dudó en preparar la retransmisión de ese partido cuyo inicio se aplazaba una y otra vez. Al final fueron más que alegrías. Su pasión, el Real Madrid, y su tesón atender siempre a los clientes. Hasta el último momento. Merecida jubilación. Gracias Alfonso, gracias Ana.

Un momento de la fiesta
Alfonso y familiares

FOTOS: M. A. C.

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