
Si hace un par de semanas fue la localidad de San Cristóbal de Entreviñas la que llenó de humo sus calles, este pasado domingo le ha tocado el turno a Morales del Rey.
Los motores sonaron con fuerza junto a los estridentes ruidos de los derrapajes y el olor a rueda quemada. La III Quedada tuvo lugar en la localidad ribereña del río Eria y congregó a gran número de curiosos amantes del deporte de las cuatro ruedas.

Las inscripciones se acabaron en una hora
El cupo de participantes se cumplió en menos de una hora desde la apertura de las inscripciones con 25 coches en liza que iban a realizar las delicias de ese gran número de incondicionales que se habían acercado a compartir esa pasión. “Tenemos que poner un número de inscritos para hacer el drift porque todo el mundo tiene que disfrutar y necesita su tiempo para hacer su exhibición”, comentaba Miguel Méndez desde la organización.
El tiempo en el que cada coche está en el circuito, imposibilita que sean más los que demuestren su destreza al volante. Un circuito cerrado cumpliendo todas las normas de seguridad y con exigencias máximas a los participantes para evitar accidentes que puedan poner en peligro la integridad de los presentes y para que en caso de que estos se produzcan estén cubiertos.
La disciplina empleada en estas quedadas es la de drift. El drift o drifting consiste en utilizar el sobreviraje para que el vehículo se desplace lateralmente en las curvas. Esto tiene que ocurrir a alta velocidad y mientras el conductor mantiene el control total del coche.
En Morales del Rey, al igual que en San Cristóbal de Entreviñas, se realiza un circuito con varios pivotes a los cuales los pilotos deben de sortear girando totalmente a su alrededor pegados al máximo a ellos y mientras el coche derrapa continuamente de su parte trasera.

Cuando el coche dice basta
La afición a este tipo de deporte del motor no deja indiferente a nadie y la cada vez más fuerte presencia de la mujer en los mandos de vehículos de competición también se dejó ver en esta III Quedada. Brenda Vara, la piloto de Burganes de Valverde, volvió a subirse a su BMW para reivindicar que a la hora de coger un volante no hay diferencia de sexos y que son capaces de lo mejor en cada momento. Brenda corría casi en la puerta de su casa, “se ha dado bien el día. Es una de las mejores Quedadas la de Morales porque tiene bastante recorrido, no solo es dar vueltas al bidón. Hay mucho más espacio y es más tipo slalom”.
La de Burganes del Valverde, habitual en las Quedadas, tuvo una buena actuación hasta que su BMW dio problemas. “Se me ha dado bien hasta que se me ha roto la bomba de la dirección y me ha jugado una mala pasada y ya no he podido volver a entrar al circuito”.
A margen de los participantes, en estas Quedadas se pueden ver otros vehículos que no compiten pero que resaltan por sus kits de preparación.