
David Lafoz, el joven agricultor que conmovió a España con su tractor y su firme defensa del campo, ha sido hallado muerto esta semana en su localidad natal, Belchite (Zaragoza). Tenía solo 27 años. Su fallecimiento ha generado una enorme ola de tristeza e indignación, especialmente en el mundo rural, donde su figura se había convertido en símbolo de resistencia, compromiso y solidaridad.
Un joven con el campo en las venas
Desde muy pequeño, David “mamó el campo”, como recuerdan sus vecinos. Con tan solo 15 años eligió subirse al tractor en lugar de marcharse del pueblo, fundando su propia empresa agrícola con apenas 20 años. Tenía tres empleados y era conocido por su trabajo incansable.
Pero no solo fue agricultor. Fue activista, voluntario, líder y compañero. Quienes lo conocieron bien lo definen como “un luchador nato”, tanto en su vida profesional como en su compromiso con los demás.
El rostro de la protesta del campo en Aragón
La imagen de David Lafoz frente al Parlamento aragonés se convirtió en viral el 1 de marzo de 2024, cuando condujo su tractor hasta las puertas de la Aljafería, sede de las Cortes de Aragón, en una de las protestas más tensas del sector primario en los últimos años. Fue uno de los rostros visibles de aquella jornada, en la que hubo 13 policías heridos y varios agricultores detenidos.
«¡Salvemos al campo!«, gritaba David, escoltado por miles de agricultores. Desde entonces, fue llamado a declarar, pero quedó en libertad junto al resto de manifestantes.
Presiones y obstáculos tras convertirse en icono
Según personas cercanas a su entorno, tras su aparición como rostro visible del malestar agrícola, David comenzó a ser objeto de inspecciones y sanciones que mermaron su ánimo. “Lo señalaron por atreverse a hablar alto y claro”, señalan con tristeza. A pesar de todo, nunca dejó de defender con fuerza la importancia de proteger el campo frente a la burocracia, la falta de ayudas y la competencia internacional desleal.
“No aguanto trabajar 18 horas para no vivir”
El pasado miércoles, David publicó en su perfil de Instagram lo que serían sus últimas palabras públicas:
«Lo siento por despedirme de esta manera tan cobarde, pero no aguanto más presión. No aguanto estar discutiendo todos los días con gente, no aguanto más inspecciones de Hacienda ni de trabajo, no aguanto trabajar 18 horas para no vivir«.
Estas palabras estremecieron a su entorno. Fue encontrado sin vida poco después, en una de las zonas donde solía trabajar de sol a sol con su tractor. Su entorno habla de estrés acumulado, falta de ayudas, presión burocrática y una desilusión profunda.
Un héroe en la dana y en cada tragedia
David no solo defendía su tierra, ayudaba en las de otros. Fue uno de los primeros en llegar con su tractor a Catarroja (Valencia) tras la Dana de octubre de 2024, liderando un convoy de 30 voluntarios para retirar escombros y barro.
También acudió a Azuara para colaborar en la limpieza tras las recientes inundaciones en Aragón. “Siempre fue el primero en dejar su trabajo para ayudar a quien lo necesitara”, expresan desde la Asociación Aragón es Ganadería y Agricultura (AEGA), que él mismo fundó.
Una despedida marcada por el dolor… y la rabia
“Estamos destrozados”, han dicho desde su círculo cercano. La familia, que ha pedido no politizar la tragedia, recibió el apoyo de cientos de agricultores que acompañaron el féretro de David en tractores. Sus redes sociales se han convertido en un santuario de mensajes de cariño.
El alcalde de Belchite, Carmelo Pérez, mostró su consternación. Figuras políticas como Santiago Abascal (Vox) también expresaron sus condolencias públicamente.
Mientras tanto, la Guardia Civil investiga las circunstancias de su fallecimiento.
Más que un símbolo: un ejemplo
David había superado un grave accidente de tráfico hace unos años, permaneciendo en coma durante semanas. Volvió con más fuerza, pero los últimos tiempos fueron especialmente duros: sequías, cosechas perdidas, robos, multas y un entorno que lo fue empujando al límite.
“Quizá David se preguntaba si valió la pena emprender este camino con 17 años”, reflexionan sus compañeros. Pero para quienes lo conocieron, su figura se eleva hoy como ejemplo de compromiso con la tierra, solidaridad y lucha por un futuro digno para el mundo rural. Su historia representa a una nueva generación que, en lugar de huir del campo, decide quedarse y defenderlo con pasión.
«Nos enseñó el verdadero significado del compromiso, la solidaridad y el amor por la tierra. En estos tiempos difíciles para el campo, su figura cobra aún más valor.»






