Como ya preveía la expedición de Discamino, el sol no faltó a esa cita que aquí por España nos está recordando que sí que es verano y que por el pais vecino también a aparecido con fuertes registros. Aquí no se salva nadie por mucho reto que quieras llevar a cabo y solamente la libertad del choque de los ojos con las extraordinarias vistas de esa región francesa hacen que al menos la insistencia del astro rey sea más pasajera. Ayer era el día dieciocho del camino y la décimo tercera y también décimo cuarta etapa de regreso.
DÍA 18°.- ALERTA NARANJA. MORIMOS DE CALOR
«Hoy hemos salido de CAGNES SUR MER a las 06:15 horas en dirección a FREJUS después de una jornada estupenda en la residencia LES VALLIERES de DOMUSVI FRANCIA. Nos han tratado de maravilla y sólo tenemos palabras de agradecimiento para todo su personal, desde la directora a la joven de la limpieza.
Hoy estamos en CANNES en otra de sus residencias, la CANNES SEREN. Nos han cedido una estancia que suelen utilizar como centro de día y aquí estamos José Luis y yo escondidos del terrible calor mientras los demás, Silvia, Faty, Iván y Paula tratan de huir de él remojándose en el Mediterráneo.
La etapa fue preciosa porque los paisajes de la costa azul lo son, pero también fue dura por el calor que hacía ya desde primera hora. Para evitar problemas como el de ayer, Fátima y Paula hicieron el primer tramo, desde CAGNES a CANNES y se quedaron ya en la residencia mientras Iván, Silvia y yo tirábamos hacia FREJUS, de donde nos separaban aún 45 kms. Fue casi una carrera contra el reloj porque cada vez el sol apretaba más duro. Una vez en Frejus, José Luis nos recogió en la furgoneta y nos trajo de vuelta a Cannes. Fue una hora y media de tráfico y sauna. Una verdadera prueba de resistencia. Iván llegó diciendo que estaba aplatanado y no era el único».
