Las inminentes fiestas del Toro Enmaromado de Benavente tendrían que saber y oler ya a festejo, pero no es del todo así, según explica uno de los más avezados corredores del Toro. Alberto Lorenzo Colinas tiene sobre sus espaldas, sobre sus manos y pies, una amplia trayectoria en la carrera del Toro Enmaromado. Detecta en el ambiente las sensaciones porque le mueve la pasión de un enamorado del festejo más tradicional, el del Toro Enmaromado. Esa pasión le hace alumbrar el alma que tendría que ser ya motriz a pocos días de la carrera y que se lleva esperando desde hace dos años por culpa de esta maldita pandemia que tantos pesares y maldades han conseguido invadir el tejido social, a nivel colectivo y personal.
En una entrevista realizada en la terraza del restaurante Los Valles en Quintanilla de Urz, Alberto Lorenzo Colinas saca su verdadera alma, la pasión que le mueve a correr el toro como se dice en esta tierra de Benavente, poniendo el énfasis en que «cualquier corredor nunca ha hecho su carrera perfecta, así como nunca se ha hecho una fiesta perfecta, por eso siempre habrá que luchar por engrandecer lo nuestro, el legado de nuestros abuelos». Por ello señala que en este 2022 hay que intentar que sea la mejor Fiesta del Toro Enmaromado.
Este corredor que se ha venido preparando, aunque como todos lleva dos años sin pisar la calle con la maroma, sin embargo percibe, detecta el «frío» ambiente de festividad a pocos días del festejo benaventano más señero. Y ello, porque el Toro Enmaromado es quien marca el verano.
Para Alberto Lorenzo Colinas el astado de este año 2022, negro y cinqueño, de la casta jijona, de la ganadería Peñajara en la finca cacereña de Peralada de la Mata, bautizado como Siguiñuelo, hay que mantenerse a la expectativa, «puede dar miedo y los responsables municipales han roto un poco los cánones con la edad al elegir un astado tan joven, pero ya veremos a ver cómo juega, pues impone por movilidad, por cornamenta, pero no por la cara». Sin embargo, al hábil y adiestrado corredor la ganadería sí que le agrada porque lucha por el encaste. «En cuanto a trabajar con él en la calle, creo que será algo complicado», advierte.
Por eso, quien ha corrido ya unas cuantas carreras, con sus altos y bajos, recomienda a los corredores las precauciones a tener ante un animal que puede quitarle a uno la vida. «Yo recomendaría que hay que ser consecuente adonde uno se mete, hasta dónde se puede llegar y que el miedo no se apodere de ti, porque la cabeza y el corazón te tira a que estés ahí, pero hay que saber bien dónde se está». Lo explica con vehemencia señalando que si el miedo te paraliza, son décimas de segundo y la vida está en peligro».
Alberto Lorenzo Colinas no duda en advertir la importancia, la fundamental labor que desempeña tanto el corredor que se encuentra al principio de la maroma, en el medio, como el que está esperando en la argolla. «Tan importante es el corredor que está al principio como al final», por eso señala este mensaje: «son importantísimos todos los puestos en la maroma».
Este avezado corredor del Toro Enmaromado, miembro de la asociación taurina Charamandanga, expresa agradecimientos por doquier, tanto a la prensa libre elogiando a este medio en dar una mayor visibilidad al festejo y sus connotaciones, como a la Asociación Benaventana del Toro Enmaromado (ABTE) en su lucha por albergar en la ciudad el Congreso Nacional de Toros de Cuerda, al historiador y cronista fundamental benaventano, Juan Carlos de La Mata, como referente de la intrahistoria de la Fiesta del Toro Enmaromado, «tiene verdadera pasión por descubrir», explica, a las peñas como alma mater junto a la estrella protagonista, el astado que recorre las calles, aparte del programa de la organización.
Para Alberto Lorenzo Colinas, a este diestro corredor del Toro Enmaromado, la pasión por el Enmaromado, por la Fiesta más señera de Benavente, le hace vibrar como las sensaciones que se mezclan con su sangre al agarrar la maroma.
La entrevista completa se publica próximamente.
