La Guardia Civil descubre una nueva práctica para robar.
Se trata de la instalación de unos pequeños trozos de plástico en las puertas de los domicilios que se caen al suelo al salir de casa.
Así los ladrones averiguan si alguien ha salido de su casa. De esta manera, los cacos controlan los movimientos y saben cuál es el mejor momento para robar.
La Guardia Civil pide dedicar unos segundos a investigar si existe algún plástico en el suelo o adherido a las puertas antes de abandonar la casa.