COMARCA

Una fiesta de Todos Los Santos muy especial, marcada por la pandemia

Este 1 de noviembre, la festividad de Todos Los Santos quedará marcada en negro en el calendario como una jornada más que señalada, tanto a nivel personal como colectivo. Y todo ello por culpa de una pandemia que ha venido a revolucionar la vida cotidiana, dejando en el camino proyectos, ilusiones e, incluso, se ha atrevido a poner fin a un buen número de ciclos de vida con el arrastre de dolor para allegados. Y es que el horno no está para bollos.

La situación está «en riesgo extremo, los datos son muy preocupantes» y eso lo dice la máxima responsable de Sanidad en Castilla y León. Todo apunta a que en los próximos días se adopten medidas más restrictivas con tal de frenar este imparable trance epidemiológico para el que no se vislumbra un fin cercano.

Hasta en algunas iglesias se han tenido que celebrar las misas de Todos los Santos por video conferencias y las visitas a los cementerios han dejado de constituir un encuentro entre familiares y vecinos. Los grupos se han reducido al máximo, las distancias se hacen más que pronunciadas y los saludos y abrazos salen del corazón. Las miradas, más cortas, entristecidas, llegan a perderse. Hasta la soledad ha invadido los camposantos en un día señalado en que todo son flores y recuerdos.

La tristeza es la que se ha adueñado de la jornada festiva, por culpa de la pandemia.

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