
Este 14 de marzo se conmemora el Día Internacional de Acción por los Ríos. Una efemérides organizada por International Rivers desde 1997. La necesaria defensa de un más que sensible sistema natural como el que suponen los cursos fluviales cobra mayor significación en la relación hombre-río debido a su importancia en el propio desarrollo ambiental e, incluso, el económico de la humanidad.
La presión que ejercen sobre las aguas los numerosos vertidos de colectores, con una reducida o nula depuración, ha sido uno de los ejes fundamentales sobre los que últimamente vienen reclamando diversos colectivos abogando por una gestión de las aguas residuales, por poner un ejemplo de muchos de los pueblos zamoranos, cuando no a mayor escala.

Recientemente se ha constituido una asociación bautizada como «Ríos de aguas limpias» (RdAL) con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la necesidad de construir una red de colectores de saneamiento que permitan la erradicación de todos los vertidos de aguas residuales que llegan a los ríos zamoranos. La dotación de infraestructuras que recojan las aguas sucias y las lleven en condiciones de seguridad a una planta EDAR para el adecuado tratamiento y posterior reutilización. Esta es la filosofía de la recién creada asociación con un calendario de actuaciones ya abierto por la hoja del mes de julio, del 15 al 18 de ese mes, y dependiendo de la situación sanitaria por la pandemia se organizará una marcha reivindicativa desde Benavente hasta Puebla de Sanabria, desde la ciudad entre ríos hasta la villa en cuyas inmediaciones se presumen las aguas más limpias, las de origen glaciar.
Los cauces fluviales no pueden soportar más presión sin que se vea alterado el ecosistema más inmediato. Desde la Administración Autonómica ya hay un calendario para construir depuradoras en algunas zonas, aunque la tímida reacción del Gobierno Regional no satisface esa implementación necesaria de la Directiva Marco de Agua que persigue no sólo en materia preventiva actuar sobre el deterioro de los cursos fluviales, sino también promover un uso sostenible del agua.
El organismo de cuenca, la Confederación Hidrográfica del Duero, acomete intervenciones de limpieza de cauces, retirada de islotes y actuaciones de limpieza de riberas para intentar lograr el flujo normal de la corriente. No obstante, desde las administraciones locales se siguen reclamando planes integrales de actuación ya que cualquier intervención puntual acometida en el río se manifiesta tanto en el cauce como en su vega o llanura aluvial.

Ante la necesidad de que los ríos cobren su vida con el flujo normal de sus aguas, esa necesidad se hace mayor aún de que éstas sean limpias, de que estén llenas de vida, y los vertidos contaminantes no ayudan nada. Todo lo contrario, en algunos tramos los cursos fluviales son verdaderos desagües. Estos no son los ríos que requiere una sociedad moderna, una sociedad que debe velar por un sistema natural más sostenible. Mientras tanto, los ríos siguen clamando con mayor intensidad y, en ocasiones, lo hacen de manera desesperada.



