Las mansas aguas del Lago de Sanabria y las no menos frías de la Laguna de Peces reunieron este domingo algunos grupos de visitantes, grupos de familiares y de amigos que no quisieron perderse la apacible jornada de domingo para disfrutar del espectáculo natural que ofrecen los parajes entre Sierras de la Alta Sanabria.
El espectáculo del Lago, desde uno de los miradores que domina el caserío de San Martín de Castañeda, hasta llegar a la Laguna de Peces, concitaba en esta jornada reducidos grupos de visitantes ansiosos por contemplar las escasas pinceladas de nieve que dominan las cumbres y los parajes sombríos. Hasta las mansas aguas de la laguna más glaciar invitaban a la contemplación en este enclave natural sin par. Atrás quedaron algunas reses pastando y ajenas a los transeuntes. La alfombra pétrea de la Senda de la Laguna de Yeguas, salpicada del pastizal de montaña, fiel aliada de los senderistas, se hacía poderosa dominando el Cañón del Forcadura.
Las tímidas flores del azafrán silvestre salpican como heraldos de primavera los arbustos que dominan el tapiz de esta antiquísima tierra entre Sierras donde la quietud reina en una Alta Sanabria en la que carqueixas y brezos se atreven a alumbrar su primera floración, a la espera están las gatuñas. Nada está reñido en este espectacular paisaje, únicamente lo que se atreve a permitir la ensoñación.