«Por San Marcos, agua en los charcos», refiere el refranero popular o como dicen en Bretocino, «San Marcos evangelista, mayo a la vista». Es por San Marcos, el 25 de abril, cuando en algunas localidades se celebra la bendición de los campos o de los panes. Este año, y ya van dos consecutivos, tendrá que hacerse desde la propia iglesia debido a la actual situación sanitaria por la pandemia. El párroco se encargará de asperjar con el hisopo el agua bendita, tomada del acetre, desde las alturas y extendiéndola a toda la campiña.
La festividad de San Marcos, tanto en Bretocino de Valverde como en Coomonte de la Vega, era aprovechada para realizar la bendición de la campiña. Los actos se ceñirán únicamente a la misa en honor al copatrón.
En el caso de Coomonte de la Vega, desde el siglo XVII se ha venido realizando el traslado de la imagen del Crucificado desde la iglesia hasta su ermita. El Bendito Cristo de Coomonte, tras permanecer desde el Jueves Santo en el templo parroquial, se trasladaba por San Marcos hasta su sede y junto a la imagen del Bendito Cristo y la Virgen el párroco bendecía la campiña. Sin embargo, por segundo año consecutivo no podrá ser así. En esta ocasión, el domingo 25 de abril se celebra la misa a las 13,30 horas y se bendicen los campos.
Otro tanto ocurre en el Valle de Valverde, en Bretocino. La bendición de los panes, como aquí se denomina a la bendición de la campiña, se realiza habitualmente en presencia de las imágenes del copatrón y de la Virgen del Rosario. En este 2021, los actos se ciñen a una misa al mediodía del domingo 25 de abril y la bendición de los panes desde la iglesia. La tradición se mantiene en Bretocino celebrando al día siguiente de San Marcos, el día 26, una misa en memoria de los difuntos.
