RELIGION

El Prefecto para las Causas de los Santos preside la beatificación de las tres mártires de Astorga

La Catedral acoge la solemne celebración el sábado 29 de mayo y la diócesis organiza desde la próxima semana un ciclo de actividades

El representante del Papa Francisco, el Prefecto para las Causas de los Santos, el cardenal Marcello Semeraro, presidirá en la Catedral de Astorga la Beatificación de las Venerables Siervas de Dios María Pilar Gullón y dos compañeras, voluntarias enfermeras laicas, mártires de Astorga, asesinadas in odium fidei en Pola de Somiedo (Asturias) en 1936 en el contexto de la persecución religiosa en España.

La solemne celebración se organiza el próximo 29 de mayo en la catedral, no obstante y desde la próxima semana se organiza una serie de actos con motivo del acontecimiento histórico para la Diócesis de Astorga.

Se desarrollará un Ciclo de conferencias sobre la figura de las tres mártires de Astorga, el significado humano y espiritual de su martirio y su reconocimiento por la Iglesia, las cuales podrán seguirse los días 18, 19, 25 y 27 de mayo a las 20:00 h. por el canal de YOUTUBE de la Diócesis de Astorga. También la ceremonia de Beatificación del 29 de mayo podrá seguirse desde las 11:00 h de la mañana por 13 TV y desde COPE Astorga. 

La víspera de la Beatificación se celebrarán simultáneamente varias Vigilias de Oración con adoración eucarística en las cuatro zonas de la diócesis a las 22:00 h, que estarán interconectadas entre sí. El domingo 30 de mayo tendrá lugar la celebración de la Eucaristía de acción de gracias por la Beatificación de las mártires a las 18:30 h. en la iglesia de san Pedro Apóstol de Ponferrada.

LA HISTORIA DE UN MARTIRIO

Mª PILAR GULLÓN YTURRIAGA (25 años), OLGA PÉREZ-MONTESERÍN NÚÑEZ (23 años) y OCTAVIA IGLESIAS BLANCO (41 años) tenían en común ante todo su fe religiosa vivida en el ámbito familiar y parroquial. Pertenecían de forma activa a distintas asociaciones católicas y tenían un especial sentido solidario para con los demás.

 A principios del mes de octubre de 1936 Pilar, Octavia y Olga llegaron como voluntarias sanitarias de la Cruz Roja al hospital del Puerto de Somiedo en Asturias cerca del frente de la guerra. Terminados los días de servicio quisieron continuarlo teniendo en cuenta la emergencia de la situación. Al amanecer del día 27 de octubre, el hospital sufre un ataque. Aun teniendo la posibilidad de huir, renunciaron a marcharse y decidieron no abandonar a los heridos para continuar asistiéndolos, sabiendo que ponían en riesgo su propia vida; sin embargo, los heridos fueron fusilados y el personal sanitario fue apresado.

 Las tres enfermeras fueron conducidas después de una larga marcha, a Pola de Somiedo junto con otros prisioneros. No obstante, a pesar de su relación con la Cruz Roja, fueron entregadas al comité local de guerra, y luego a los milicianos que, durante toda la noche las sometieron a vejaciones y abusos, pretendiendo que renegaran de su fe a cambio de obtener la libertad, pero su claro rechazo recrudecía la violencia que sufrían.

 A pesar de la tortura y las humillaciones, las tres jóvenes no escondieron su condición cristiana y se prepararon a la muerte con espíritu de fe y rezando: desnudadas, fueron llevadas a un prado, y al mediodía del día 28 de octubre de 1936 fueron fusiladas por tres mujeres milicianas, que se distribuyeron sus vestidos. Sus cuerpos sin vida fueron arrastrados entre las burlas de muchos y abandonados hasta la noche en que fueron sepultados en una fosa común, excavada por algunos hombres del pueblo, obligados a ello por los milicianos.

UN TESTIMONIO DE SANTIDAD Y ENTREGA QUE CULMINA CON SU BEATIFICACIÓN

 La fama del martirio de estas tres jóvenes se difundió enseguida en la comunidad eclesial; sus restos fueron recuperados apenas dos años después, y llevados a la Catedral de Astorga.

 Han pasado más de ochenta años desde la trágica muerte de estas mártires y su memoria, sin embargo, no solo no se ha apagado, sino que ha permanecido siempre viva en el corazón del pueblo de Dios, que les recuerdan con admiración y reconocimiento. En marzo de 2006 se introdujo en la diócesis la Causa de Beatificación que concluyó el 11 de junio de 2019 cuando el Papa Francisco autorizó la promulgación del Decreto super martyrio y su Beatificación.

UN VALOR PARA LOS TIEMPOS ACTUALES

 La vida y el martirio de estas tres mujeres laicas, voluntarias en la asistencia sanitaria en momentos muy duros de conflicto, son una referencia muy válida para la vida cristiana hoy, en un mundo donde, por ejemplo, la mujer sigue siendo denigrada en muchos ambientes, en el que muchos cristianos siguen siendo perseguidos por su fe, y en el que ahora mucha gente sencilla, al ver amenazada su salud por los efectos de la pandemia, valora especialmente la labor de los profesionales sanitarios y las personas voluntarias que ayudan desinteresadamente a los demás.

 El Papa Francisco ha dicho varias veces que «la persecución es el pan cotidiano de la Iglesia», que beatifica ahora a estas tres mártires no solo por su valentía, sino también por su vida ejemplar, y las presenta al mundo como ejemplo de entrega creyente, solidaridad y perdón.

El Obispo de Astorga, monseñor Jesús Fernández y el vicario José Luis Castro, en la presentación del programa de actos

PREPARANDO LA BEATIFICACIÓN

 Desde hace varios meses la diócesis viene preparando este gran acontecimiento. Uno de los objetivos primordiales que siempre ha guiado la organización de todo lo relativo a la Beatificación es promover el conocimiento de la vida y el ejemplo de las tres mártires entre los fieles de la diócesis y de fuera de ella, impulsando la preparación espiritual de las personas.

 Para ello, han sido de gran utilidad algunos instrumentos de ayuda para el trabajo pastoral que se han difundo en las comunidades parroquiales y religiosas, así como en diversas instituciones civiles relacionadas con los profesionales sanitarios, la pastoral de la salud y la defensa de los perseguidos por la fe, como son el cartel pensado para anunciar la Beatificación en todas las parroquias y comunidades, un VIDEO donde se narra la biografía con el relato martirial de las tres jóvenes enfermeras y una cuidada edición de diversos materiales catequéticos, litúrgicos y pastorales que pretenden dar a conocer el rostro santo de estas tres jóvenes laicas y servir de ayuda en la preparación de los cristianos de hoy.

Estos materiales, confeccionados por diversas personas expertas con la coordinación de la Delegación Episcopal de Liturgia, Piedad Popular y Causas de los Santos, son los siguientes: una Carta Pastoral del Obispo de Astorga, una hagiografía con el relato martirial de las tres Siervas de Dios, una reflexión teológica sobre el martirio, dos catequesis, una para niños y otra para adolescentes, jóvenes y adultos, varias reflexiones útiles para la oración y la homilía y, por último, una celebración litúrgica en torno a la entrega de las tres mártires de Astorga.

El obispo presentó el programa de actos y celebraciones con motivo de la Beatificación de las Mártires Laicas de Astorga el próximo 29 de mayo.

El prelado astorgano, monseñor Jesús Fernández, resaltaba en su intervención que “El día 11 de junio del 2019, el Santo Padre el Papa Francisco reconocía el martirio de tres jóvenes laicas de nuestra Diócesis, asesinadas por odio a la fe el 28 de octubre de 1936 en Pola de Somiedo (Asturias): las Siervas de Dios Mª Pilar Gullón (25 años), Octavia Iglesias (41 años) y Olga Pérez-Monteserín (23 años).

Nuestra Diócesis recibió con enorme gozo la noticia y, desde entonces, se viene preparando para la ceremonia de la beatificación tanto en lo que tiene que ver con la organización del evento como, sobre todo, en lo relacionado con su aprovechamiento espiritual y pastoral. En este sentido, mi intención es, a partir de unos breves datos biográficos, presentar la beatificación como un momento espléndido para glorificar a Dios porque en las tres jóvenes ha hecho triunfar el amor sobre el odio, el perdón sobre la venganza, la vida sobre la muerte. Además, este magno acontecimiento servirá para subrayar el testimonio de su fidelidad a la vocación laical.

 Un momento de la presentación como dice el Papa Emérito Benedicto XVI, los mártires, con su testimonio, “iluminan nuestro camino espiritual hacia la santidad, y nos alientan a entregar nuestras vidas como ofrenda de amor a Dios y a los hermanos”. La beatificación nos ofrece la oportunidad de presentarlas como modelo de vida y la ocasión de hacer resonar una vez más la urgente llamada a la santidad.”.

 El prelado asturicense también hacía hincapié en la gracia de la beatificación y recordaba que “ el mártir es el testigo de algo o de alguien por el que merece la pena vivir e incluso morir”. Octavia, Olga y Pilar fueron “testigos del amor, de la fe, de la esperanza y un testimonio actual”.

 El Vicario General y Delegado de Liturgia, piedad Popular y Causas de los Santos presentaba todo el programa de actos previos a la Beatificación, la propia celebración del día 29 y la Eucaristía de Acción de Gracias del domingo 30 de mayo. José Luis Castro recordaba que “el 29 de mayo toda la Iglesia Universal mirará a Astorga con la Beatificación de las Mártires Laicas, Pilar, Octavia y Olga”.

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