CAMPO

La CHD afronta la campaña de riego de 2021 con buenas perspectivas

La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) afronta la campaña oficial de riego que empieza este jueves, 1 de abril, con buenas perspectivas desde el punto de vista de la disponibilidad de agua ya que la práctica totalidad de los sistemas superan el 80 por ciento de capacidad, con una media del 84 por ciento, casi ocho puntos por encima de la media de los diez últimos años en esta fecha.

De hecho y según ha explicado a Europa Press Alejandro Barriuso, director técnico de la CHD, la presidenta del órgano de cuenca, Cristina Danés, ha dado el visto bueno a todas las solicitudes presentadas este año por varias comunidades de regantes para llevar a cabo «riegos esporádicos» por lo que «una parte importante de los sistemas» ha iniciado la campaña antes de las fechas oficiales, comprendidas entre el 1 de abril y el 30 de septiembre.

Para ello, han tenido que cursar petición a la presidenta con indicación de los días que precisaban regar, del volumen estimado a consumir y del destino del agua, es decir, las hectáreas y los cultivos que precisaban ese riego previo.

Asimismo y según ha asegurado Alejandro Barriuso, la situación existente lleva a augurar a la CHD que este ano no habrá cultivos que puedan estar condicionados por la falta de disponibilidad de este recurso.

Según los datos aportados por la CHD al inicio de la campaña oficial de riego, Pisuerga-Bajo Duero es el único sistema por debajo de ese 80 por ciento, aunque dispone de 248 hectómetros cúbicos, lo que supone casi 40 hectómetros cúbicos más que la media de los diez últimos años, por lo que el organismo de cuenca no prevé problemas para garantizar las demandas de los usuarios en un sistema que tiene una «importante zona regable» dependiente del mismo.

La CHD afronta la campaña de riego de 2021 tras la celebración de las reuniones de las juntas de explotación ordinarias del mes de marzo o de comienzo de campaña de riego en las que se han propuesto dos medidas que servirán para orientar el desarrollo de la campaña.

Por un lado, se ha determinado el volumen mínimo de embalse que debe quedar en cada sistema a 30 de septiembre, cuando concluye la campaña oficial de riego, y se han definido las «asignaciones máximas disponibles de agua» para llevar a cabo el regadío para que cada comunidad de regantes y sus comuneros puedan organizar su programación de cultivos.

«En este sentido, como viene siendo práctica habitual, se ha solicitado a cada comunidad que facilite a lo largo del mes de abril a título informativo, la previsión de cultivos que va a realizar durante la presente campaña de riego», ha explicado el director técnico.

A expensas de la evolución de la meteorología en los próximos meses, Barriuso ha reconocido que 2020 fue un «buen año» desde el punto de vista de la climatología y ha recordado al respecto que una primavera
húmeda determina que no sea necesario realizar desembalses para las necesidades de riego de «ciertos cultivos», como es el caso del cereal de invierno, mayoritario en varios de los sistemas como el Carrión y el Alto Duero.

«La consecuencia más inmediata es que se puede seguir incrementando volumen de embalse hasta el mes de junio, circunstancia que va a determinar que se finalice la campaña y el año hidrológico con un importante volumen de agua embalsada lo que representa la mejor garantía de cara a la próxima campaña», ha destacado.

Según recuerda Alejandro Barriuso en esta entrevista, en 2020 la campaña de riego finalizó con más de 1.333 hectómetros cúbicos embalsados, el 46 por ciento de la capacidad de embalse gestionada por la Confederación, lo que representa «uno de los tres mejores datos en este siglo».

Respecto a los mensajes de la CHD a los consumidores, en general, y a los regantes, en particular, el director técnico del órgano de cuenca insiste en que es importante no olvidar en ningún momento que el agua es un recurso escaso y que hay que realizar una «gestión eficiente» del mismo, tanto en el regadío como en el abastecimiento, «aspecto en el que nuestros hábitos cotidianos aportan valor añadido y contribuyen a una gestión eficaz del agua, tanto en cantidad como en calidad».

Finalmente y en cuanto a los proyectos que va a llevar a cabo la CHD a corto y medio plazo, Alejandro Barriuso ha recordado que las infraestructuras hidráulicas necesitan de una conservación permanente junto a actuaciones periódicas de rehabilitación más profundas y sustitución de elementos que van cumpliendo su vida útil.

En esta línea, ha explicado, se abren en el corto-medio plazo «dos grandes ámbitos de actuación» que pasan por la adaptación de las presas a las normas técnicas de seguridad de embalses, con especial atención a los órganos de desagüe, y por obras de renovación en los canales del Estado.

Finalmente y en materia de canales, ha recordado que la Confederación del Duero tiene encomendada la gestión de una «infraestructura singular en todos sus aspectos», en referencia expresa al Canal de Castilla, «una verdadera joya y máxima referencia de la ingeniería española de la Ilustración» para la que se ha previsto ya una actuación inmediata en la dársena de Valladolid, si bien la CHD tiene previsto continuar invirtiendo «en este importante patrimonio de todos», calificado como Bien de Interés Cultural.

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