
Con frecuencia, se encuentran esparcidos en plena naturaleza restos de basuras, ropas e, incluso, electrodomésticos. La basura se arroja por doquier en lugares concretos del monte, no solo en las cunetas de las carreteras, incluso a la vera de los caminos, cegando estas zanjas.
Los conductores hemos visto, en alguna ocasión, cómo alguien tira basura por la ventanilla del coche una colilla, un papel, una lata de refresco, que en la mayoría de los casos va a parar a la cuneta, aunque también invadiendo la calzada con el riesgo que entraña a la seguridad de la circulación, aparte del impacto visual que genera la basura esparcida. Una estampa habitual en las cunetas de las carreteras, sobre todo las secundarias, en cuyas cunetas y arcenes proliferan envases de plástico o de vidrio, amén de numerosos residuos. «La basura de la velocidad«, como así titulaba este redactor un artículo que logró reconocimiento nacional, hace una quincena de años, provoca más que un quebradero de cabeza a responsables de Carreteras y de Tráfico por las consecuencias que ello genera.
Las cunetas de las carreteras se llenan de basuras y las de los caminos no son ajenas a estas conductas irresponsables.
En la cuneta de un camino junto al polígono
Este es el caso ocurrido en el monte de Camarzana de Tera, en la zona de El Raso, a la orilla de un camino. Un vecino de esta localidad, no deja de manifestar su asombro al recordar el hallazgo de un gran volumen de objetos y prendas arrojados en la cuneta de la confluencia de dos viales, en las inmediaciones de la carretera autonómica ZA-110 y del polígono industrial de Camarzana.
Enseres voluminosos se encuentran apilados junto a varios maniquís, calzado, diversas prendas de vestir, perchas, equipos electrónicos.
Todo un voluminoso material arrojado, al parecer, por una misma persona desde el vehículo. El descuido de la persona que depositó la basura en el monte ha provocado que el anonimato se desvelase al hallarse, incluso, papeles indicando la dirección de su residencia.
El hallazgo de todo este material ha sido puesto en conocimiento de la Guardia Civil, confirmaron a Benavente Digital, apuntando a que el autor, un vecino de la comarca de Benavente, «ha confesado los hechos» comprometiéndose a la retirada de los restos tirados en el monte.

