Mañueco le dice a StopBiogás que tiene la «agenda saturada» para recibirles

Exigen una regulación al respecto antes de la implantación masiva de estas instalaciones en el territorio

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, contesta al escrito dirigido desde StopBiogás con el fin de mantener un encuentro para abordar el tema de las plantas de biogás que no es posible mantener dicho encuentro debido a la «saturación de la agenda». Así lo explican desde StopBiogás en un comunicado remitido tras la manifestación del pasado sábado en la capital zamorana y en cuyo territorio provincial están previstas más de 20 plantas.

En su escrito de contestación, Mañueco incluye agradecimientos y la promesa de que la Junta abordará las inquietudes de manera indirecta, los representantes de las localidades afectadas consideran que esta respuesta no satisface sus demandas.

Queremos ser escuchados “Hay que escuchar a la gente del pueblo” , el diálogo directo con la máxima autoridad de la región, ser escuchados directamente por quien toma las decisiones estratégicas en Castilla y León. Estas macro plantas y macro granjas no solo afectan al medio ambiente, sino que comprometen el futuro de nuestros hijos y el de toda la comunidad rural.

La polémica en torno a la proliferación de macro-plantas y macro-granjas en Castilla y León ha cobrado un nuevo capítulo con la negativa del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, a reunirse con representantes de varias localidades afectadas. En un contexto de creciente descontento social y ambiental los ciudadanos de Castilla y León alzan la voz para exigir un diálogo directo con la administración autonómica sobre el impacto de estos proyectos.

La solicitud, presentada mediante un escrito formal, recoge el planteamiento de StopBiogás, aportando soluciones y también la inquietud de todos los afectados frente a lo que consideran una amenaza y despropósito para el equilibrio ecológico, la sostenibilidad económica y la calidad de vida en la región.
La expansión descontrolada de las macro-plantas y macro-granjas se ha visto favorecida por la ausencia de una legislación y, planificación autonómica que regule este tipo de instalaciones, «no se puede permitir la implantación, sin una legislación, regulación previa», señala StopBiogás en un comunicado.

En lugar de representar una oportunidad económica, estos proyectos están suponiendo un riesgo para el medio ambiente del entorno en el que se encuentran, especialmente para el agua y la biodiversidad, pilares fundamentales de sus entornos rurales, sin olvidar los posibles problemas de salud en los ciudadanos, debido a los contaminantes aún desconocidos y los olores insoportables que generan este tipo de plantas, pudiendo afectar a la cadena alimenticia humana y animal.

Proyectos desmedidos: una sombra sobre la región

«Nuestra preocupación no es infundada», advierten. Según las estimaciones, de la propia Junta de Castilla y León está prevista la construcción de hasta 60 macro-plantas en cada una de las provincias de la
Comunidad, lo que consideramos «una cifra desmesurada y carente de planificación estratégica».
Estas instalaciones, diseñadas para concentrar actividades agroindustriales a gran escala, han sido objeto de críticas por sus impactos negativos, como la contaminación del suelo y de las fuentes de agua, el aumento de malos olores y el deterioro de la salud pública en zonas cercanas.

«En las zonas donde ya operan este tipo de instalaciones disminuyen las oportunidades económicas tradicionales, como la agricultura de calidad o el turismo rural. Además, los recursos hídricos se ven sobre explotados, algo que, en nuestra región, con problemas recurrentes de sequía, resulta catastrófico», siguen explicando en el comunicado.

«Insistimos en la necesidad de que las decisiones relacionadas con proyectos de esta magnitud sean
tomadas de manera inclusiva, considerando las voces y las realidades de las comunidades que se verán directamente afectadas. Además, es necesario una legislación urgente sobre la instalación de macro-plantas y macro-granjas, estableciendo límites y condiciones que prioricen la sostenibilidad y el bienestar de los ciudadanos.

El modelo de desarrollo que estas instalaciones representan no es compatible con la esencia de nuestros pueblos. Si no se detiene a tiempo, la cultura, la biodiversidad y el tejido social de Castilla y León estarán en peligro.

Como ciudadanos merecemos un trato justo y cercano para poder resolver esta problemática que parece no ver el Sr. Mañueco», concluye el comunicado remitido por StopBiogás.

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