Las calles de Benavente volvieron a teñirse de colores durante la mañana de hoy. Las bicis tomaron de nuevo el asfalto para celebrar su día y muchos benaventanos quisieron celebrarlo por todo lo alto. A pesar de que el astro rey presidía desde su trono, el frío se dejaba sentir en el ambiente y las nubes lanzaban uno y otro aviso enviando ligeras gotas de agua que finalmente no desembocaron en río alguno.
Cerca de medio millar de amantes del pedal, con los clubes benaventanos como mayoría, se dieron cita desde las 11,30 horas en la Avenida Galicia, lugar en el que la grupeta iniciaba el festín. Bicis de carretera, de montaña, de paseo, se mezclaban en un batiburrillo donde lo de menos era el acabar cuanto antes. Niños y niñas con la ilusión de un adulto pedaleando casi sin saber andar y subidos, algunos, en sus bicicletas ayudadas por patines. Familias completas armadas de bicicletas de todas las tallas e incluso con remolque para llevar a los más peques de la casa.
Por estar, estaba hasta el papi que un año más le puso bemoles al asunto y acompañó a su pequeña realizando todo el recorrido a la carrera. Afortunadamente y para tranquilidad de los que, una vez más sudamos viéndole correr, el año que viene lo hará en bici al ser uno de los agraciados en el sorteo de final de recorrido, que como mandan los cánones, fue en la Plaza Mayor.
Un poco más de diez kilómetros de recorrido que transcurrieron sin incidentes, alguna caída hubo pero sin consecuencias, y por el que velaron los Voluntarios de Protección Civil y la Policía Local que abrían y cerraban la comitiva. Diez kilómetros que al final supieron a poco cuando se trata de darse una vueltecita por las principales calles y avenidas de la ciudad.
