Si hay una localidad de la comarca de los Valles de Benavente que puede presumir de las más antiguas tradiciones, esa es por excelencia Morales de Valverde. Cuando llega Carnaval los mozos se visten de antruejos representando personajes sin data y sin rostro, aunque con los mayores deseos de divertirse y hacer cómplices a sus convecinos y visitantes.
En este sábado, víspera del Domingo Gordo de las carnestolendas, las figuras de el Toro y el Torero, de el Gordo y el Flaco, de el Señorito y la Señorita y de los Birrias, se erigieron un año más en protagonistas gracias al buen hacer de la asociación cultural y micológica «las Pozas» como encargada de mantener las tradiciones en este hospitalario pueblo.
«¡Que salga el toooro, con cueeernos y tooodo!». Es la contraseña para que el toro embista a las mozas, y algunos mozos, en una recreación picaresca en la que no falta el sonido de los cencerros y carracas. Y el público se encuentra complacido cuando el torero da unos pases de muleta.
Los personajes de las carnestolendas forman parte de la seña de identidad de Morales de Valverde. No se conoce de cuando data esta antigua tradición, ya que la fuente es la oral. Sin embargo, lo que sí es cierto es que las mascaradas de Morales de Valverde comparten rasgos comunes con los de otras localidades, no sólo de la provincia zamorana, sino también de la leonesa. Y de su difusión se encarga la activa asociación cultural y micológica «las Pozas».
