Eran las nueve y media de la noche del sábado y a no pocos vecinos de Santa Croya de Tera se les puso un nudo en la garganta cuando todo apuntaba a que podrían ser evacuados, como momentos antes les había sucedido a algunas de las localidades vecinas. El gran incendio originado en la Sierra de la Culebra, y que ya se había extendido por el Tera, no daba tregua e invadía la zona con una densa humareda.
Santa Croya de Tera estuvo a punto de ser evacuada, de ser trasladados sus vecinos hasta el pabellón deportivo del instituto «los Sauces» de Benavente donde, en esos momentos y a toda celeridad, Protección Civil completaba sus tripas con camas y todo lo necesario para acoger a las personas que fuesen llegando. Pero, el cambiante viento de esa hora provocó que el cielo de Santa Croya quedase despejado de humo abriéndose poco después a una incipiente lluvia. Todo quedó en un susto. Eso si, a algunos vecinos se le hizo un nudo en la garganta, según confirmaron algunos de ellos a Benavente Digital y Televisión Benavente que puntualmente venían publicando información.
Coincidía que esa noche Santa Croya de Tera celebraba la fiesta de la Sacramental y las ganas de baile no eran tantas. Por la mañana se había celebrado la misa y la procesión, y por la tarde un campeonato de calva. La verbena arrancaba con un más que agradecido aguacero, bendecido por muchos de los residentes en Santa Croya. Se respiraba aire puro, se volvía a la normalidad en una época invadida por la incertidumbre. El domingo amanecía en Santa Croya de Tera con ganas de fiesta, de compartir encuentros entre familiares y amigos, y nada mejor que a base de una merienda vecinal, la degustación de una generosa parrillada ofrecida en el campo de fútbol por la asociciación de cazadores de Santa Croya de Tera.