El Ayuntamiento de Santa Croya de Tera ha aprobado el proyecto para sacar a licitación las obras de reposición del pavimento en la carretera ZA-P-2547, en el trayecto de casi un kilómetro que quedó por asfaltar hace dos décadas. La actuación de obra se financia gracias a la Diputación Provincial por una cuantía de 40.000 euros, a la que se suman otros 2.000 euros del proyecto que abona el municipio.
El proyecto se aprobaba en la sesión plenaria del lunes pasado y es ahora cuando se saca a licitación para acometer la intervención de obra «cuanto antes», como ha señalado a Benavente Digital y Televisión Benavente el alcalde Juan Arenas.
Las obras, con la provisión de aglomerado, permitirán la mejora de esta estrecha calzada, de 4,5 metros, que en este trayecto de circunvalación al pueblo de Santa Croya se encuentra en un estado lamentable en su pavimento.
Historia de una carretera que ha vertido ríos de tinta
Esta carretera es quizás la calzada provincial que durante dos décadas ha vertido más ríos de tinta en manos de redactores y ello durante dos décadas. La historia viene de atrás cuando en el año 2002 la Diputación contempló en el proyecto de acondicionamiento de la calzada entre Santibáñez de Tera y Melgar, a su paso por Santa Croya, la expropiación de parcelas de cultivo de alto rendimiento que afectan al trazado que ahora se va a pavimentar, desde la entrada a Santa Croya, en la confluencia de las calles Cruz Arroyo y Jamontes, hasta el entronque con la carretera a Villanueva de las Peras. Un trayecto de casi 1 kilómetro a cuyo margen izquierdo discurre una acequia de riego y desde el primer requiebro la infraestructura hídrica pasa al margen derecho.
En aquel momento, hace dos décadas, los propietarios de las parcelas se opusieron a la expropiación, así como buena parte del vecindario que contó con el apoyo municipal. La institución provincial decidió entonces acondicionar la ZA-P-2547 pero sin mejorar su pavimento desde la entrada al casco urbano de Santa Croya. El deterioro de la calzada cada vez se hacía mayor y la carretera se venía parcheando anualmente por parte del servicio de mantenimiento de carreteras de la Diputación, aunque ésta señalaba que este trayecto no estaba incluido en la red provincial de carreteras, sino que era un camino. Un extremo incomprensible para el vecindario y para los propios conductores ya que se seguía manteniendo en el trazado la señalización vertical de la propia Diputación. Incluso, no pocos conductores hacían chistes sobre este tramo apuntando a que los coches tendrían que sobrevolar Santa Croya al llegar desde Santibáñez de Tera para ir a Melgar o Villanueva.
Bromas aparte, si es camino o si es carretera provincial, la Diputación ha seguido manteniéndola hasta hace poco más de un año y desde el Ayuntamiento de Santa Croya se ha venido reclamando a la institución provincial su arreglo. Y ello con sucesivos dirigentes en la Casa de la Provincia. Cada vez que llegaba al Palacio de la Encarnación un nuevo presidente, el alcalde de Santa Croya le presentaba en su dosier de peticiones, el arreglo de la carretera. Todo han sido buenas palabras, e incluso malos quereres, porque la política de signos contrarios en este territorio ha dejado mucho poso, todo hay que decirlo, pero los hechos nunca llegaban a Santa Croya. Ha sido desde el año pasado, en plena pandemia, cuando se ha querido afrontar el toro por los cuernos. El presidente de la Diputación, Francisco Requejo, en su visita el pasado verano de 2020 a la zona, se comprometió ante el alcalde de Santa Croya, Juan Arenas, a buscar una solución para esta calzada que en sí encuentra un verdadero problema porque en el trazado existen dos radios de curvatura que incumplen la normativa actual de carreteras.
Será a través de una reposición de pavimento con aglomerado asfáltico como se llevará el acondicionamiento de este trazado que parece ser que no tiene dueño, pero eso a los conductores no les sirve como excusa. No les ha servido desde hace dos décadas.
