
Junta de Castilla y León destina 1,7 millones de euros en ayudas para fomentar la cría e inscripción en los libros genealógicos de razas autóctonas, un programa que beneficia a 692 ganaderos de la región, entre los que se incluyen varios de Zamora. La provincia se lleva un 12,8% de los fondos, destacándose en la preservación de valiosos recursos genéticos y el fortalecimiento del sector ganadero local.
El asno Zamorano-Leonés se encuentra entre las especies beneficiadas por estas subvenciones. Los ganaderos que críen ejemplares de esta raza podrán recibir hasta 360 euros por unidad de ganado, contribuyendo a la conservación activa de una especie que forma parte del patrimonio cultural y ganadero de la zona.
Zamora, una de las provincias más beneficiadas
Zamora ocupa una posición destacada en el reparto de ayudas, con un 12,8% del total destinado a la provincia, lo que refleja el interés y la importancia de las razas autóctonas en el sector ganadero local. Además del asno Zamorano-Leonés, otras razas autóctonas de la región, como las bovinas (como la Avileña) y las ovinas (como la Churra), también se benefician de estas ayudas.
En total, casi 13.000 ejemplares de razas autóctonas se han inscrito en los libros genealógicos, siendo los más destacados los de las razas ovinas (4.690 de la raza Churra), seguidos por los bovinos (con más de 3.300 ejemplares de la raza Avileña) y los équidos (con 520 ejemplares de Hispano-Bretón, raza también vinculada a la comunidad).
Conservación del patrimonio y desarrollo rural
El objetivo de estas ayudas es incentivar la cría de razas autóctonas frente a las razas foráneas, contribuyendo a la mejora genética y a la conservación de una biodiversidad fundamental para el medio rural. Las razas autóctonas tienen una excelente adaptación al entorno, y su conservación es clave para la sostenibilidad del sector ganadero en la región.
Las ayudas también buscan apoyar a los ganaderos de la provincia, proporcionando recursos para asegurar la continuidad de esta actividad en las zonas rurales. Los ganaderos interesados deben estar inscritos en el Registro de Explotaciones Agrarias de Castilla y León (REACyL) y formar parte de la asociación encargada de gestionar el libro genealógico de cada raza.
Con esta iniciativa, la Junta de Castilla y León refuerza el compromiso con la preservación de las razas autóctonas y el desarrollo sostenible del medio rural, promoviendo tanto la biodiversidad como la creación de riqueza en el entorno rural.