La ciudad de Benavente se revitalizaba este jueves entre fiestas, a pesar de la lluvia. La afluencia de público al mercado de la fruta y verdura, así como al mercadillo de las Eras, se traduce en las compras navideñas. El comercio también acusa un empuje en estos días que los pueblos de la comarca reciben a numerosos residentes fuera.
La coincidencia del jueves de mercado entre dos fiestas, la Constitución y La Inmaculada, ha provocado un generoso repunte de visitantes que se traduce en un mayor volumen de ventas. La Navidad está próxima y algunos no quieren dejar las compras para el último día.