SUCESOS

Cerrado un club de alterne donde la Policia tuvo que liberar a seis víctimas de explotación sexual

Los dos detenidos obligaban a sus víctimas a prostituirse y contaban con la colaboración de ciudadanos portugueses que se encargaban de perseguir, amedrentar, capturar y devolverlas al club si conseguían escapar antes de pagar su deuda

La investigación, que ha desarticulado la rama española de la organización criminal, ha recibido el apoyo de la Policía Judiciaria portuguesa.

La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, expresó su felicitación esta mañana en Zamora por la operación realizada con la liberación de las mujeres prostituidas, emplazando a la ciudadanía a poner en conocimiento de las autoridades cualquier sospecha de que alguna niña o mujer pudiera ser víctima de trata o de explotación sexual.

La Policía Nacional cuenta con la línea telefónica 900 10 50 90 y un correo electrónico trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos, no quedando reflejada la llamada en la factura telefónica.

Agentes de la Policía Nacional han liberado a seis víctimas de explotación sexual y ha conseguido el cierre cautelar de un club de alterne cerca de la frontera con Portugal, en San Martín del Terroso.

Dos personas han sido detenidas en Zamora a quienes se les ha decretado prisión provisional. La investigación, que ha desarticulado la rama española de la organización criminal, ha recibido el apoyo de la Policía Judiciaria portuguesa en múltiples ocasiones. Los detenidos obligaban a sus víctimas a prostituirse y contaban con la colaboración de ciudadanos portugueses que se encargaban de perseguir, amedrentar, capturar y devolverlas al club si conseguían escapar antes de pagar su deuda.

La organización estaba asentada en España, Portugal y Brasil, siendo en este último país donde captaban a sus víctimas. El principal responsable de la organización era el propietario de un club de alterne donde prostituía a sus víctimas en España y quien financiaba los gastos del viaje, incluida la obtención del pasaporte. Tenía contactos en Brasil, que se encargaban de buscar a mujeres que sufrían importantes penurias económicas y que tenían familiares a su cargo, cuyo perfil debía ajustarse a una determinada apariencia física y edad, por lo que les pedían fotografías antes de tramitar el traslado.

La red criminal facilitaba la entrada en territorio Schengen valiéndose de ciudadanos de nacionalidad portuguesa con residencia en Portugal que emitían cartas de invitación a las víctimas. También las aleccionaban sobre loque debían manifestar en la frontera para garantizar su entrada en Portugal.
El traslado se realizaba vía aérea desde Brasilia a Lisboa principalmente, donde se les proporcionaba la carta de invitación. Allí las llevaban al local del propietario del club por carretera, aprovechando las dificultades que arroja el movimiento sin control por carretera a través de la frontera entre España y
Portugal, lo que dificultaba la acción de la justicia, y por consiguiente, facilitaba la realización de su actividad delictiva.

Perseguidas, amenazadas y capturadas

Las víctimas eran captadas en su país de origen a través de conocidos de uno de los detenidos o, incluso, de mujeres de nacionalidad brasileña que ya se encontraban en Europa y que contactaban con las víctimas mediante un grupo de WhatsApp creado a tal efecto. Algunas de estas mujeres, las que captaban a las víctimas estando en Europa, habían mantenido una relación sentimental con el principal responsable de la actividad criminal.
Engañaban a algunas de sus víctimas para realizar el viaje a territorio nacional diciendo que las contrataban para trabajar como camareras. En otras ocasiones, ofrecían la posibilidad de venir a Europa para prostituirse pero aprovechándose de su vulnerabilidad y situación precaria. Una vez que se realizaba el traslado, las condiciones no eran las acordadas y las mujeres contraían una deuda por los gastos del viaje, ropa y estancia en el club de alterne, que no podían abandonar hasta que la saldaran ejerciendo la
prostitución.

La red criminal contaba con la colaboración de varios ciudadanos portugueses que se encargaban de perseguirlas, amenazarlas con hacerles daño a ellas o a sus familiares, capturarlas y devolverlas al club cuando conseguían escapar del mismo sin antes pagar su deuda.

El operativo se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de la actividad que se realizaba en un club de alterne de la provincia de Zamora, destacando el apoyo que la investigación ha recibido en numerosas ocasiones de la Secçao Regional de Combate ao Terrorismo e Banditismo de la Polícia Judiciária de Portugal.
La operación culminó con la liberación de seis víctimas de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y dos detenidos en Zamora por los presuntos delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, relativos a la prostitución, pertenencia a organización criminal y favorecimiento de la inmigración ilegal.
Asimismo se ha realizado una entrada y registro en la provincia de Zamora y se han intervenido un teléfono móvil y diversa documentación relacionada con la investigación.

La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, expresó su felicitación esta mañana en Zamora por la operación realizada con la liberación de las mujeres prostituidas. Barcones incidió en lo «fundamental del trabajo en la intervención integral, no solo enfocada a la detención y persecución de las redes de trata y de seres humanos sino también a la sensibilizacióin social la prevención y recuperación e inserción de las propias víctimas porque nadie se ofrece para ser exclavo o exclava». Esta operación ha liberado de la exclavitud a seis mujeres, pero sabemos que quedan casos por identificar que nos obligan a seguir trabajando en esta línea. Estamos frente a un enorme negocio cuya mercancía es la persona, la mujer, que forzada y sometida a coacción y engaño es trasladada para ser vendida y explotada». Concluía la Delegada del Gobienro señalando que Zamora no es ajena a esta realidad, por eso reiteraba que hay que trabajar en el ámbito de la prevención y la educación, así como emplazó a la colaboración ciudadana que ponga en conocimiento de las autoridades cualquier sospecha de alguna niña o mujer que pudiera ser víctima de trata o de explotación sexual.

Con la trata no hay trato

La Policía Nacional facilita el teléfono de atención contra la Trata de Seres Humanos, pudiendo hacer la denuncia de forma anónima, y posibilitando así la participación para superar las barreras de este acto execrable que impone un yugo a sus víctimas a través de la violencia. Se impulsa a utilizar este recurso como ayuda para su liberación: todos contra la Trata.
La Policía Nacional cuenta con la línea telefónica 900 10 50 90 y un correo electrónico trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos, no quedando reflejada la llamada en la factura telefónica.

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