El huerto “Corazón verde”, perteneciente al proyecto educativo del centro Virgen de la Vega en nuestra localidad, “vuelve a latir” reanudando su actividad tras la suspensión de las clases presenciales a mediados del mes de marzo. Tras estos meses de interrupción, se pone en funcionamiento la actividad con algunas mejoras realizadas durante el período estival.
Ya durante el curso pasado varios docentes participaron en cursos de formación sobre huertos escolares para optimizar este valioso recurso e incluirlo en la práctica docente del colegio. Además, durante el verano, se llevaron a cabo diversas obras de acondicionamiento tales como la limpieza y desbroce, pintura de bancales y vallas, así como la decoración de la pared frontal con motivos relacionados con este ecológico proyecto.
Una vez inaugurado este atípico curso escolar, los alumnos de varios grupos de primaria ya han realizado las primeras actividades con la preparación (arado y abonado) de la tierra y la asignación de los distintos cultivos de temporada a cada uno de los bancales. Escarolas, zanahorias, lombardas, guisantes o ajos son una muestra de los productos que han sido cuidadosamente sembrados, respetando en todo momento, todas las medidas higiénico – sanitarias impuestas por las administraciones públicas. De esta forma, tienen la oportunidad de transferir los conocimientos adquiridos en el aula a la propia realidad, mediante el cuidado de distintas especies vegetales presentes en el “Corazón verde” como fresas, romero, granado, higuera, parra, membrillo, olivo, avellano y laurel. Para ello, se cuenta con la asistencia de grupos rotatorios reducidos, correspondientes a cada curso escolar, que podrán regar y observar su crecimiento hasta el momento de la cosecha. Asimismo, se ha puesto en funcionamiento una máquina de compost para que el alumnado pueda descubrir cómo los restos orgánicos se transforman en futuros nutrientes para otros seres vivos de origen vegetal, aprovechando los residuos y contribuyendo de este modo al cuidado del medio ambiente.
Además, la apuesta por este tipo de actuaciones sostenibles fomenta otro tipo de valores, no menos importantes, como el de la paciencia, tan necesaria en la sociedad actual en la que no estamos acostumbrados a esperar por la inmediatez que nos proporcionan las tecnologías.
