En la jornada de este miércoles 29 de diciembre se celebraba en Santibañez de Vidriales el último mercado del año dejando un sabor agridulce en los vendedores instalados en la plaza de El Ferial. Este 2021 se cierra todavía en plena pandemia y con un incierto futuro, aunque con los lógicos deseos de superar, de una vez por todas, este estado que ha afectado a las ventas por eso de la merma de compradores ante la situación sanitaria por la COVID-19.
Vendedores con puestos habituales y asiduos compradores constituyen el denominador común de esta plaza del mercado vidrialés que se remonta al último cuarto del siglo XIX, logrando su esplendor durante todo el siglo XX hasta su última década, y a duras penas se mantiene en los últimos tiempos.
Constituye para algunos vecinos de Santibáñez y de los pueblos cercanos una cita habitual en la mañana de los miércoles, así como para los habituales vendedores, algunos llegados desde la vecina provincia leonesa y con puesto instalado desde hace años. No obstante, el menor flujo de ventas obliga a algunos repensar seguir acudiendo a la cita un miércoles si y otro también, inclinándose por hacerlo durante miércoles alternos, como explicaba a este diario el vendedor de Embutidos Roalpri, de la localidad leonesa de Villanueva de Jamuz. «Tengo clientes fieles, pero esto ha bajado mucho y así no se puede acudir todos los miércoles». Roalpri pone sobre la mesa los factores más determinantes de la merma de compradores, «no sólo es la situación económica y la gente cada vez mayor, sino también esta enfermedad de la Covid por la que muchos se resienten de acudir al mercado».
Embutidos, cecinas, jamones, bacaladas, pollos asados, productos de la huerta, pescados, textiles, calzados, complementos y artículos varios continúan siendo una cita obligada para muchos vecinos que se resisten a que el tradicional mercado de los miércoles llegue a perderse. Por eso, algunos, siguen fieles acudiendo a la cita semanal de este histórico mercado vidrialés.
