La localidad vidrialesa de Fuente Encalada no deja de cumplir con su tradición anual. Todos los martes de Carnaval, a excepción de los años de la pandemia de la Covid-19, los vecinos se aprestan a realizar los trabajos comunitarios diseñados previamente por su alcalde, Victorino Núñez.
La facendera en Fuente Encalada constituye todo un ejemplo de convivencia vecinal en este pueblo rico en historia y hospitalidad. Ya son solo 93 habitantes (51 hombres y 42 mujeres) los que registra el padrón, lejos están los casi 400 de hace ahora 100 años o los 435 habitantes del principio del siglo XX. Desde entonces, la merma poblacional se ha venido notando con una especial incidencia, en sintonía a las localidades rurales, en los años de la emigración, los años sesenta.
No obstante, el vecindario sigue manteniendo el caserío de Fuente Encalada siendo fiel a sus tradiciones y la facendera constituye un referente. Acondicionamiento de jardines, podas de árboles, limpieza de calles, desagües, son los trabajos comunitarios que durante unas horas sirven también para fomentar la convivencia. Y para mantener la tradición, todos juntos comparten una comida a base de asados de carnes regados con refrescos y vinos de la tierra, dulces y chupitos.