Entre robles, fresnos y encinas centenarias, bajo un limpio cielo con nubarrones cuyas puertas se abrían tímidamente para dejar traspasar los rayos de sol, así discurrió la mañana de este Sábado Santo para un nutrido grupo de senderistas entre los paisajes bucólicos de San Pedro de Ceque.
Niños y mayores se dieron cita para enfilar los senderos del Ramajal, la amplia y privilegiada zona de monte en la que las sensaciones invaden al cruzar sus dominios.
La actividad lúdica y deportiva, organizada por la Comisión de Fiestas, permitió aunar esfuerzos entre vecinos, familiares y amigos de San Pedro de Ceque y localidades próximas con el pretexto de fomentar la convivencia, a la vez de realizar ejercicio físico mañanero.