No han sido muchos los hosteleros que han decidido abrir este viernes sus terrazas. La decisión de la Junta de Castilla y León de permitir su apertura «como un alivio» no ha sido bien recibida por el sector. La prohibición del consumo en el interior de los locales ha descartado la apertura de las terrazas por parte de muchos hosteleros debido a la época invernal y las bajas temperaturas, con especial incidencia en la zona más occidental de la provincia.
Los negocios hosteleros siguen sumando gastos y más gastos y se ven obligados a cerrar por fuerza mayor, así como por fuerza mayor no se puede facturar, teniendo que seguir pagando impuestos, Seguridad Social y sin poder facturar, explicaba esta mañana el hostelero José Luis Vega Colinas del hotel cafetería Juan Manuel de Camarzana de Tera. Este establecimiento es uno de los pocos que han optado por abrir la terraza para atender a clientes y foráneos que llegan en ruta por la carretera y autovía.
Las ayudas prometidas por la Junta de Castilla y León al sector no han llegado todavía y eso desde el 3 de noviembre, ya sobrepasado un mes, que los hosteleros han tenido que cerrar sus puertas. En la parte más occidental de la comarca benaventana, en Cubo de Benavente, el propietario del único establecimiento hostelero Miguel Ángel Aparicio del restaurante cafetería TMJ ha optado por no abrir la terraza abogando que esta medida parece ser «la disculpa perfecta» que han adoptado los responsables del Gobierno Autonómico.
Desde el Gobierno de la Comunidad se estima relajar las restricciones a partir del 10 de diciembre pero los hosteleros, al igual que otros sectores, lo esperan aún más.
