La ejecución de las obras de las calles Carbajés y Francos, así como de las rotondas de la avenida León en confluencia con la carretera San Cristóbal y la rotonda de la avenida Federico Silva con la Cañada Real Berciana tendrán que esperar a un nuevo plan de actuaciones municipales ya que las ejecuciones no han podido acometerse en el plazo máximo de justificación, el 30 de diciembre.
La intervención de obra que ha venido demorándose en el tiempo no sólo por la falta de celeridad, sino también por circunstancias añadidas en el proceso de adjudicación como haber quedado desierto el concurso y la propia «cerrazón» de los técnicos municipales, según ha explicado a Benavente Digital el concejal de Obras, Eugenio Blanco, se han traducido en no poder intervenir en las calles proyectadas en el plazo de tiempo fijado para ello.
Esa «cerrazón», a la que aduce el responsable municipal de Obras, se debería a no querer modificar el tipo de pavimento fijado en el proyecto cuando es precisamente la empresa catalana Breinco, líder en este tipo de pavimentos, quien aseguró que hasta principios del mes de febrero no disponía de este material como así se lo comunicó a la empresa adjudicataria Impalag. El proyecto contemplaba un pavimento con adoquín similar al de calle Herreros, el adoquín de Breinco que es la empresa fabricante quien, no obstante, advertía de disponer en el plazo de un adoquín parecido, sigue explicando el concejal de Obras, resaltando que «al no contar con él se podría haber sustituido por uno del mismo tipo al previsto, pero los técnicos se negaron». Una circunstancia por la que el Consistorio benaventano solicitaba a la Diputación, como parte cofinanciadora, una ampliación del plazo de justificación de obra, a la que no accedió la institución provincial.
Los hechos se remontan al pasado mes de marzo cuando salía la licitación de las obras con un presupuesto de casi 650.000 euros. Al no presentarse empresa alguna a la licitación, ésta quedó desierta por lo que el Ayuntamiento, ya con el nuevo equipo de gobierno procedió a una nueva licitación en dos lotes claramente diferenciados, uno por una cantidad de 395.000 euros para la pavimentación en las calles Carbajés y Francos, y, la otra, por importe de 227.000 euros para la actuación en las rotondas.
Una vez adjudicadas las obras, el Ayuntamiento recibía el informe favorable de Patrimonio para actuar en las céntricas calles, ya que en una de ellas se ejecutaría la sustitución de las redes de saneamiento y de abastecimiento, por lo que se precisaba el informe preceptivo de la Comisión de Patrimonio debido a la afectación en el entorno de un monumento declarado Bien de Interés Cultural.
Las obras de renovación de las redes de abastecimiento y saneamiento, así como la pavimentación, en ambas calles y las rotondas se financiaban con recursos propios del Ayuntamiento y con las cantidades recibidas del Plan Municipal Extraordinario de Obras 2022 de la Diputación de Zamora.
Puestas así las cosas, el Ayuntamiento ha perdido la subvención para un proyecto de más de 600.000 euros con el fin de acometer las obras en las céntricas calles benaventanas, así como en las rotondas. Estas intervenciones tendrán que esperar a un nuevo plan de actuación del Consistorio benaventano, confirmó el concejal responsable del Área de Obras.
