En una jornada que podría haber sacado más de una sonrisa al mismísimo Eratóstenes, los alumnos de 3º de ESO del Colegio Virgen de la Vega han logrado algo que aún parece un desafío en algunos foros de internet: demostrar que la Tierra es redonda. Sí, lo que hace más de 2000 años se descubrió, pero que en tiempos de redes sociales y teorías conspirativas parece necesitar recordatorios constantes.
Ciencia en acción: Gnomones, sombras y calculadoras
El proyecto, organizado por el Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, se desarrolló en el patio del colegio, no fue cosa de magia ni de misterios esotéricos. Armados con gnomones caseros (nada más y nada menos que picas, niveles y flexómetros), los alumnos midieron las sombras proyectadas por el sol minutos antes y después del mediodía solar. Pero no estaban solos. Desde el otro lado del mundo, en un colegio en Argentina, sus compañeros hacían lo mismo.
Ambos grupos de alumnos combinaron sus datos y, en una colaboración internacional, calcularon el radio de la Tierra. Y sí, resultó ser prácticamente el mismo que los científicos llevan siglos afirmando. La Tierra es esférica (aunque un poco achatada en los polos).
En tiempos en los que algunos aún creen que la Tierra es plana, esta actividad didáctica tiene una relevancia especial. ¿Quién necesita complejos satélites cuando con una vara y un poco de sombra se puede probar lo que, de alguna manera, sigue en debate? No hay mejor manera de contrarrestar las pseudoteorías que con la ciencia simple y directa. Los alumnos de 3º de ESO no solo aprendieron a aplicar el método científico, sino que también dieron un pequeño paso en la lucha contra la desinformación.
Como recordatorio para los escépticos: si Eratóstenes lo hizo en el siglo III a.C. nuestros alumnos lo han vuelto a hacer en 2024, quizá sea hora de reconsiderar algunas de esas teorías conspirativas.
Más allá de la hazaña matemática, el proyecto también resalta la importancia de la colaboración global. A pesar de la distancia, 10000 km, los alumnos de nuestro colegio en España y sus compañeros en Argentina demostraron que con un poco de coordinación, se pueden alcanzar grandes logros. Después de todo, vivimos en un mismo planeta, sin importar cómo algunos insistan en verlo.
Los jóvenes científicos del Colegio Virgen de la Vega han recordado al mundo que, si bien las teorías de la conspiración vienen y van, la ciencia sigue siendo el camino para entender nuestro mundo. Y en este caso, su forma redonda.