Los embalses de la cuenca del Duero gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) se sitúan hoy al 90,9% de su capacidad total, con 2.594,2 hm3 de volumen almacenado. Este dato supone más de siete puntos porcentuales por encima de la media de la década y casi veintitrés más del valor de hace doce meses, el cuarto mejor registro en los últimos diez años.
Por su parte, los que se nutren del Tera, el embalse de Cernadilla se encuentra al 93,0% de su capacidad, el de Valparaiso al 94,0% y el de Nuestra Señora del Agavanzal al 99,4%.
Todos los sistemas presentan valores excepcionales tras una primavera con una climatología muy favorable que ha permitido un inicio de la campaña de riego con una demanda de agua muy reducida en comparación con el año anterior, así como seguir teniendo un leve incremento del volumen almacenado en las últimas semanas.
Por sistemas, los embalses leoneses del Órbigo y del Esla – Villameca, Barrios de Luna, Porma y Riaño- alcanzan los mejores valores medios de la última década, sumando en conjunto 1.216 hm3, un dato que representa el 94,5% de su capacidad total y más de veinte puntos por encima de la media del año pasado en esta fecha. Todos los embalses superan también la media de la última década, destacando Riaño, con 54 hm3 más.
Los registros son igualmente favorables en el sistema Carrión – Camporredondo y Compuerto-, con los embalses al 96,3% de su capacidad total y con casi 30 hm3 más de agua almacenada que la media de la década. Es destacable además la comparación con el año anterior, cuando se tenían 52 hm3 menos que a día de hoy.
Aumento de dotación en el Pisuerga-Bajo Duero
Esta situación favorable se extiende al sistema Pisuerga (Cervera, La Requejada y Aguilar), que arrancó la campaña, junto al Tuerto y Carrión, con una escenario más ajustado, y cuyas expectativas han mejorado en esta primavera con los embalses ya al 76,4% de su capacidad, lo que supone 12 hm3 más que la media de la década. Esta coyuntura ha permitido aumentar la dotación máxima hasta los 6.000 m3 /ha en el sistema Pisuerga-Bajo Duero.
En cuanto a los sistemas Tormes y Eresma-Adaja, los embalses al 93,7% y 94,4% respectivamente confirman los buenos datos de esta campaña. Un ejemplo es el embalse de Santa Teresa, con 36 hm3 más que la media de la década. Existen pocos años en el registro histórico con un volumen de embalse superior al actual (464,8 hm3): solo 2018 en los últimos veinte.
Esta buena situación se repite en el embalse de Linares del Arroyo, al 89,6% de su capacidad y en el Alto Duero, con el embalse de Cuerda del Pozo al 86,2%, con 214,5 hm3, uno de los mejores valores en los últimos diez años.
Respecto al sistema Arlanza – Arlanzón y Úzquiza-, el volumen embalsado se encuentra al 88,2% de su capacidad, quince puntos más que hace un año y seis más que la media de los diez años anteriores.
De esta forma, la climatología favorable de los dos primeros meses de la primavera ha permitido retrasar el inicio de los desembalses, y seguir ganando reservas en varios sistemas, lo que ha supuesto aumentarlas hasta niveles muy satisfactorios. Todo ello permite asegurar que la campaña de riego en la cuenca discurrirá con normalidad en lo que a suministro de agua se refiere.