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María González Esguevillas, una química benaventana en Princeton

La Dra. María González Esguevillas (http://chemlabs.princeton.edu/macmillan/member/maria-gonzalez-esguevillas/) vivió hasta los 18 años en Benavente. Después de estudiar Química en Salamanca, conseguir una beca en una farmacéutica, hacer un máster y un doctorado en Madrid y trabajar en Barcelona, actualmente forma parte de un equipo de investigación en Princeton.

Los alumnos de 1º de PMAR del ámbito científico matemático del IES Los Sauces han querido hacerle una entrevista que se enmarca dentro del proyecto “Los Sauces Digital por el buen camino”, actividad incluida dentro de las Jornadas provinciales “Lugares de Libro” que este año en el centro se inspira en la obra de Miguel Delibes “El camino”. Su objetivo con esta entrevista es descubrir el camino que ha llevado a una benaventana a trabajar en la Universidad de Princeton.

«Sabemos que has estudiado en Salamanca, Madrid, Barcelona y que actualmente trabajas nada menos que en Princeton. 

¿Te ha costado mucho llegar hasta dónde estás ahora?

Sí ha costado pero probablemente No, no tanto como probablemente pensáis. Seguro que vosotros también podríais conseguirlo.

Suponemos que has tenido que trabajar muy duro y vencer muchas dificultades, ¿en todo tu proceso alguna vez quisiste tirar la toalla? ¿Cuál ha sido el momento más duro?

Un momento, no exactamente duro, pero sí clave, fue cuando recibí el email en el que me aceptaban en el grupo de investigación de Princeton. Había escrito solicitándolo, porque me lo había propuesto mi director de tesis y me apasionaba la química que se hace aquí, pero no creía que fueran a quererme a mí… Cuando abrí aquel email fui a contárselo, llorando… No podía creérmelo. Tenái una mezcla de sentimientos: entre alegría y miedo por lo desconocido.

En el trabajo probablemnte los peores momentos son aquellos en los que ves que no avanzas y no sabes si vas a conseguir tu objetivo o vas a tener que abandonar el proyecto; o cuando después de mucho esfuerzo alguien más publica antes que tú tu trabajo; la química no deja de ser una ciencia en constante evolución y puede haber mucha gente estudiando el mismo proceso que tu.

Nos ha impresionado averiguar que Einstein impartió clase en la misma universidad en la que tu trabajas ahora ¿sabes en que aula daba clase Albert Einstein?

Siempre he visto las fotos del aula donde daba clara, pero la verdad es que no lo sabía antes de la entrevista. No había buscado en donde estaba hasta que me lo preguntásteis vosotros. Asumía que era en el edificio de Física o de Matemáticas pero lo he averiguado cuando he mirado para contároslo, y no, daba clase en un edificio en el que actualmente se imparten clases de otras materias, no de física. Se encuentran el departamento de Inglés y los programas de estudios americanos. Es un edificio de los más antiguos del campus.

Sabemos que los hijos de los Obama estudian en Princeton ¿has dado clase a alguno de ellos?

En realidad la que estudió aquí fue Michelle Obama. La mayor de sus hijas está en Harvard y la pequeña rompió la tradición familiar de no elegir ni Harvard ni Princeton que son las universidades de sus padres y está estudiando en Michigan.

Nos preguntamos que si la vida en EEUU es muy diferente a la de España… ¿Adaptarte a vivir allí te ha resultado duro?

Sí, es muy diferente. ¿Vosotros os sentís identificados con las películas americanas? Porque esto es exactamente como lo veis en las películas… Hay autobuses amarillos que recogen a los alumnos para llevarlos al instituto, taxis amarillos, etc… La mayor diferencia diría que es que en España “trabajamos para vivir” mientras que aquí es al revés, “se vive para trabajar”. Aquí hay que pagar por todo, la educación es obligatoria obviamente pero no es gratuita al igual que el médico… No existe un servicio público de salud, ponerse malo es muy caro. Tampoco hay pensiones, si no tienes un plan de pensiones privado.O te organizas muy bien o es muy difícil ahorrar y puedes encontrar gente que tiene hasta tres trabajos o trabajando siendo muy mayores.

Adaptarse aquí lleva un tiempo pero te acabas acostumbrando. También ver que todo el mundo alrededor tuyo tiene ciertos horarios o comportamientos te hace ir cambiando poco a poco. Por ejemplo, yo en España comía alrededor de las 2 o 3 de la tarde; aquí comen en torno a las 12, y yo ahora mismo es raro el día que no haya comido entre las 12 y media o una como muy tarde. Al final te adaptas.

¿Te gusta más la comida de España o la de EEUU?

La de España sin dudas. Los sabores de la tierra, del mediterráneo, la variedad de comida típica de cada área de España, el aceite de oliva. Todo es increíble y te das cuenta de lo bien que se come en España cuando sales de allí. En EEUU no tienen comida típica, tienen adaptaciones de la comida de otros países.

¿Echas de menos el jamón?

Sí, mucho… Aquí hay un restaurante español al que voy cuando tengo mucha morriña pero porque es muy caro, así que generalmente me conformo comiendo un jamón italiano.

¿Qué es lo que más echas de menos?

A la familia, a los amigos, a mi gente.

¿Por qué decidiste irte a Nueva Jersey?

No elegí el lugar, elegí el trabajo. Aquí es donde estaba el grupo de investigación que me interesaba.

¿Te gusta Nueva Jersey?

Sí, es un estado pequeño pero tienes acceso a todo fácilmente. Princeton en concreto es muy tranquilo y seguro, y en realidad bastante pequeño, el núcleo central del pueblo, sin contar la universidad será parecido o más pequeño que Benavente.

¿Puedes explicarnos un poco en qué consiste tu trabajo?

Sí… ¿Cuánta química sabéis?

Poca.

Vale, pues podríamos decir que mi trabajo consiste en utilizar metales y luz para descubrir nuevas maneras de sintetizar o crear moléculas con interés farmacológico mediante catálisis.

Y qué es la catálisis?

Es una manera de que la reacción suceda con condiciones más suaves, es decir, imaginaos una montaña con un camino que sube y baja hasta llegar al otro lado. El inicio son los reactivos (los compuestos con los que empiezas) y el final son los productos que quieres conseguir. Para llegar al final normalmente hay que subir la montaña y bajarla, y eso cuesta o gasta mucha energía; los catalizadores lo que hacen es disminuir esa energía, hacer que cueste menos. Así que un catalizador por ejemplo sería un túnel que atraviesa la montaña y hace que lleguemos de manera más sencilla al otro lado. Nosotros aquí utilizamos metales como el cobre y luz (una bombilla o unos LEDs normales) y algo tan sencillo como eso hace que una reacción que de normal no funciona o que lo hace calentando a más de 300 grados pueda ir a 25 o 30 grados.

¿Te gusta?

Sí. Y os diría que os esforcéis en tener un trabajo que os guste mucho, porque si trabajáis en algo que no os gusta vais a vivir amargados y no merece la pena. Pensad que vais a pasaros trabajando mucho tiempo a lo largo de vuestra vida, si os gusta seréis felices y haréis felices a los que tenéis cerca. Y si no os gusta parad un momento y plantearos las cosas e intentad cambiarlo.

¿Cuántas horas trabajas al día y cuantos días a la semana?

La investigación en la universidad requiere muchas horas aunque depende mucho del grupo y del sitio en el que estés. En una empresa sería prácticamente como en España. Ahora mismo aquí lo que se suele hacer es de lunes a jueves aproximadamente doce horas diarias, los viernes y los sábados un poco menos, de 9 a 5. El domingo es día de descanso, a no ser que tengas mucho interés en terminar algo. Es como cuando vosotros tenéis exámenes… cuando se acerca la fecha hay que trabajar más. En mi caso además no puedo trabajar desde casa, tengo que estar en el laboratorio para poder hacer los experimentos.

¿El esfuerzo que has hecho merece la pena?

Sí, pienso que merece la pena.

¿Volverías a hacerlo?

Sí que volvería a hacerlo, siempre se intentaría mejorar algo… Aunque si repitiera mi vida creo que intentaría alcanzar lo que no pude consguir. Cuando hice la prueba de la EBAU no conseguí la nota que necesitaba para estudiar medicina, que era lo que tenía en mente desde pequeña. En aquel momento tuve que tomar la decisión de elegir otra carrera, así que pensé en que más cosas me gustaban. Mi profesor de química me hacía disfrutar mucho de la materia, y me sembró la semilla de averiguar el por qué de las cosas, solucionar problemas… Así que decidí estudiar química. Y al final, aunque me dedico a la química, no está muy desligado de la medicina, ya que aunque no puedo curar enfermos directamente en un hospital, lo que sí puedo hacer es investigar para crear nuevos fármacos que curen distintas enfermedades. Así que de alguna forma he llegado al mismo punto, trabajo para mejorar la salud de la gente.

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