La pandemia condiciona todas nuestras actividades, también en el ámbito educativo. La normalización de la enseñanza presencial, establece como solución más eficaz para minimizar la transmisión del covid-19 en los centros de enseñanza, la ventilación de las aulas.
La carga viral en el aire exhalado no se puede determinar directamente dentro de las aulas, por lo que se recurre a la medida de la concentración de CO2 cuyo origen es principalmente humano. La diferencia entre las concentraciones del dióxido de carbono en el aire libre y el presente en las aulas es un indicador de la necesidad de renovar el aire, se considera como solución más eficaz la ventilación natural cruzada, puertas y ventanas abiertas.
Siendo eficaz no es la propuesta más eficiente que busca el equilibrio entre confort y seguridad, como evidencia la actual ola de frío.
Una solución eficiente necesita una monitorización continua de la concentración de CO2 en el aula para determinar los intervalos e intensidad de ventilación.
Instalar en las aulas monitores-detectores de CO2 es una iniciativa que garantiza que la ventilación se realice con criterios objetivos de seguridad y confort, racionalizando los consumos en calefacción, con los consiguientes beneficios económicos y ambientales. Tiene como inconveniente, la inversión económica necesaria para dotar a los centros con estos equipos.
El proyecto Aulas Saludables, es un proyecto multidisciplinar coordinado por el departamento de robótica y tecnología en el que participan de forma activa los alumnos, que en el marco del aprendizaje-servicio, desarrollan las competencias propias de las áreas de Biología, Cultura Científica, Matemáticas, Física y Química.
El proyecto se realiza en varias fases, en la primera se analiza y evalúa las tasas de renovación del aire por hora, en función de las dimensiones de la estancia, actividad y edad de los alumnos. Estos parámetros sirven para fijar el objetivo de concentración máxima de CO2 de cada aula.
Con esta información el departamento de robótica y los alumnos de esta asignatura, inicia el desarrollo de un monitor de CO2, utilizando los recursos y materiales del aula de robótica.
Los alumnos coordinan su trabajo por equipos, un grupo de alumnos se dedican al diseño y fabricación de la estructura utilizando las impresoras 3D, simultáneamente otro equipo trabaja en la parte de la electrónica y programación.
El resultado como muestran las fotografías es un dispositivo compacto con una inversión económica asumible, capaz de monitorizar la concentración de CO2 en las aulas, e indicar los niveles de seguridad o peligro, de forma intuitiva y sencilla mediante iconos y código luminoso.
Es versátil en cuanto a sus capacidades de comunicación. Se desarrolla una App para dispositivos móviles que permite enviar la concentración de CO2 vía bluetooth y visualizarla en tiempo real. Un módulo Wifi integrado en el sistema, permite la interconexión aula-nube, en el ámbito de internet de las cosas, IoT, la capacidad de subir la información a la nube y centralizarla en una web, facilita la gestión y control ambiental de las aulas dotadas con este monitor.
Si la concentración de CO2 es un indicador de seguridad en relación a la Covid-19, niveles altos de este gas condicionan la capacidad de atención y rendimiento de los alumnos. Otros parámetros como la temperatura, humedad, concentración de compuestos orgánicos volátiles, o la presencia de partículas PM10-PM2.5, relacionados con la calidad del aire en las aulas son monitorizados por nuestro sistema.
Evaluamos con este proyecto, la autonomía, innovación, capacidad de respuesta y adaptación de nuestro centro a las demandas sociales en situaciones complejas.