
La crisis económica y los ajustes del sector financiero han reducido de manera importante el número de sucursales de bancos y cajas. Durante los años de la crisis, se han cerrado casi mil oficinas en toda Castilla y León en un ajuste que se ha llevado por delante miles de empleos porque no hace falta personal para atender sucursales que se cierran.
Según los datos de una respuesta parlamentaria, sólo 62 de los 248 municipios que hay en Zamora tiene al menos una sucursal bancaria operativa. Desde 2011 a 2017 han cerrado 42 repartidas por toda la provincia, sólo entre los municipios que todavía conservan alguna sucursal abierta.