El aceite lubricante que es imprescindible para hacer funcionar los motores de todo el parque de vehículos (turismos, pesados, especiales, etc.) y todo tipo de maquinaria (desde la industrial, a la agrícola o la de obra) se convierte, al final de su vida útil, en un residuo peligroso y de los más contaminantes que existen.
Sin embargo, puede recogerse y reciclarse al 100%, generando con él nuevas materias primas o energía. En 2018, el sistema encargado en España de la gestión del aceite industrial usado, SIGAUS, logró recuperar 11 millones de litros en Castilla y León, recogiendo en casi 5.000 puntos distintos.
El resultado: más de 5 millones de litros de nuevos lubricantes retornados al mercado y más de 21.000 toneladas de CO2 ahorradas. En la provincia de Zamora se recogieron 548 toneladas brutas de aceites usados, para lo cual fue necesario acudir a recoger a 357 establecimientos.
En la capital se recogieron 181 toneladas, mientras que se atendieron 192 puntos de recogida en el medio rural. Como ejemplo, se realizaron 205 recogidas de aceites usados en municipios de menos de 1.000 habitantes.