COMARCA

CAPÍTULO 2 | El Arco de El Ferial cumple 100 años

Tras los sucesivos encuentros vecinales, disputas y controversias, a raíz del trágico suceso en la romería de la Virgen del Campo de Rosinos de Vidriales, ocurrido el año anterior, en la tarde del sábado 1 de agosto de 1914 la Casa Consistorial de Fuente Encalada acoge una importante reunión cuyo acuerdo, al que posteriormente se fueron sumando otros Ayuntamientos, tuvo consecuencias de suma importancia en la comarca durante el transcurrir del siglo XX.

Llegada del Correo a Fuente Encalada

Los alcaldes, jueces de paz y secretarios de los Ayuntamientos de Fuente Encalada, Villageriz, Ayoó, San Pedro de la Viña, Brime y Sog, Tardemézar, Pozuelo de Vidriales, Bercianos de Vidriales, Granucillo, Cunquilla, Brime de Urz y Quintanilla levantan acta del deseo que «el Ayuntamiento de Santibáñez de Vidriales estableciese Ferias mensuales en los mismos días en que se celebran en el santuario del Campo». Los reunidos manifestaron como argumentario «la dureza» en el trato a los asistentes a la Feria y la evocación del trágico suceso. El deseo expresado en el acta fue recibido con los brazos abiertos por los munícipes de Santibáñez que acordaron sin más dilación y atendiendo a la vigente legislación que atribuía privativamente el establecimiento de los Ayuntamientos (número 6º del artículo 72 de la Ley de 2 de octubre de 1877 y en el número 19 del artículo 150 del Estatuto Municipal) de fijar dichas fechas coincidentes con las establecidas en Rosinos como las que habrían de celebrarse como las cuatro Ferias anuales en la villa comercial.

Ese martes 8 de septiembre de 1914 se inauguró la Feria de Santibáñez con toda pomposidad. A la cita acudieron gentes venidas de toda la comarca para la venta e intercambio de productos y artículos, así como ejercer de cambistas. Los espacios destinados por el Ayuntamiento no fueron suficientes para albergar tal cantidad de puestos con productos de toda índole. Los concurrentes quedaron extasiados ante tal magnitud de gentío, de ganado, quincallerías, mercaderías de todo tipo; los industriales-artesanos se dieron cita con los más variados oficios en el quehacer cotidiano. Pero si la gran cantidad de gente fue durante meses tema de conversación en la comarca, no lo fue menos la aparatosidad y vistosidad de los fuegos artificiales y los distintos alumbrados que se dispusieron para celebrar tal acontecimiento. Sobre los numerosos cohetes de Bengala, sus «hermosas luces de rubíes y de topacios», circularon de boca en boca apasionados cuentos. Esa alabada jornada de encuentros también dio lugar a sonados romances.

En 1923, campo de la Feria de Santibáñez. Al fondo, la iglesia

Así que al año siguiente, en 1915, y en el de 1916, comenzaron a aparecer variados panfletos a favor de la Feria de Rosinos alabando sus excelencias y las virtudes de estar arropada por el manto de la Virgen. Todo ello con una estructura gramatical propia de la época y en un lenguaje lo bastante cultivado como para sospechar de la autoría de los mismos. Para contrarrestar estos panfletos aparece tres años más tarde de la pomposa inauguración otro pasquín que se divulga con profusión por los pueblos comarcanos. La cabeza autora proclama los beneficios de la Feria de Santibáñez en detrimento de la de Rosinos con el argumentario negativo para los vecinos de este último pueblo como los exagerados impuestos a los concurrentes a la Feria exponiendo que en Santibáñez estaría «su hermosa Feria libre de impuestos». Entre loas a la villa, el panfleto aparecido divulgaba en una de sus proclamas: «Cobraban exagerados tributos sin compasión, sin arancel ni tarifa, sin justicia ni razón. A todo el mundo cobraban, sin perder una migaja, desde el más rico tendero a la frutera más baja. Llegaban con gravedad, el rostro airado y severo, con vara o metro en la mano diciendo: venga el dinero. ¡Hombre! no he vendido nada, contestaban muy prudentes, pero si vendo más tarde le pagaré honradamente. ¡Pagar y callar la boca que el tiempo nos hace falta, dejar las conversaciones para la Semana Santa!. Abusaban de las gentes sin ninguna compasión, esto es la pura verdad, aquí no hay ponderación».

Pero la cosa no iba a quedar en que unos y otros partidarios estuviesen tirando panfletos para ser leídos al calor de la lumbre, del brasero de la camilla, en los corrillos al sol, en las tertulias de bodega o en el café del miércoles de mercado. Los cabecillas de uno y otro bando, ya en clara pugna, recurrían mediante misivas ante las más altas esferas de los sucesivos Gobiernos de la nación en aquellos años. El Ayuntamiento de Rosinos acomete la decidida empresa en defensa de sus intereses y, para ello, «protestó» mediante acuerdo de 20 de abril de 1918 ante el Gobierno Civil por la implantación de las Ferias de Santibáñez en las mismas fechas y solicita que «se coordinasen los intereses de ambas Corporaciones». Para ello adjuntan acuerdos municipales del 23 de agosto de 1896, del 8 de mayo de 1898, del 2 de septiembre de 1906 y del 7 de junio de 1914 relacionados con las Ferias. Una inesperada norma legal iba a propiciar que los vecinos de Rosinos de Vidriales defendiesen con más ahínco lo que consideraban se les había arrebatado y estaban dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias.

Antiguo Ayuntamiento de Rosinos de Vidriales

Una Real Orden de 14 de septiembre y ratificada por otra de 3 de diciembre de 1927 vienen a sembrar una mayor animosidad entre los dos pueblos. La nueva legislación de la dictadura autorizaba a los gobernadores civiles para dirimir las diferencias y señalar los días de celebración de las ferias cuando los pueblos en que se celebren disten entre sí menos de quince kilómetros y no queden entre ellas tres días sin que se celebre ninguna. Pero, claro está, no entendieron así el espíritu de la Ley nuestros dirigentes. Tanto una como otra de las Reales Órdenes no iban en contra del artículo 72 de la Ley de 2 de octubre de 1877, ya que sin negar la competencia de cada Ayuntamiento para reglamentar la celebración de ferias dentro del término de su jurisdicción, dichas Reales Órdenes daban normas para solucionar los conflictos que surgen entre dos o más Corporaciones cuando todas se consideran por idéntico derecho para celebrar las ferias en los mismos días.

Los vecinos de los pueblos comarcanos no eran ajenos a estos vaivenes que traían de cabeza a los dirigentes locales. Mientras tanto, la Feria de Santibáñez comienza a cobrar tal pujanza que se da a conocer en los circuitos feriales de la Región llegando, incluso, a competir con algunas de las prestigiosas plazas ganaderas. Los concurrentes a esta Feria se encuentran cada vez con mayores espacios para su ejercicio cambista y el Consistorio comienza a ejecutar inversiones, tanto de infraestructuras de abastecimiento como de realce ornamental. Es en estos años en que surge un afán constructivo y de ornato que pregonaba la pujanza social de la villa y constituía una sana envidia entre los comarcanos que ha llegado a crear su propia idiosincrasia. Se comienza a acuñar el término romería «donde todo se reduce a puestos de confites, frutas y otras mercaderías sin importancia». Los caciques y dirigentes locales intentan de este modo sortear la nueva legislación.

Para el Ayuntamiento de Rosinos de Vidriales las Reales Ordenanzas les vinieron como anillo al dedo y no dudaron en celebrar una sesión extraordinaria instando al Ayuntamiento de Santibáñez a que desistiese de celebrar las Ferias en las mismas fechas. El alcalde de Rosinos dirige un oficio al Gobierno Civil con fecha 25 de febrero de 1928 suplicando que «suspenda, o traslade para otros días, las Ferias que se celebran en Santibáñez, más modernas que las de Rosinos, y entre las que no hay la distancia que determina la R.O. de 14 de septiembre del 27». Pero hete aquí que sorprendentemente el Gobierno Civil dicta en el mismo año dos resoluciones contradictorias. Con fecha 30 de julio de 1928 dicta una providencia desestimando la pretensión del Ayuntamiento de Rosinos, previo informe solicitado al Ayuntamiento de Santibáñez en el que se niega «que en absoluto en Rosinos haya habido nunca Feria, sino romerías al santuario de Nuestra Señora del Campo, con motivo de las cuales y a petición de los pueblos comarcanos, creó Santibáñez su Feria en 1914, sin que Rosinos formulare reclamación ni protesta alguna».

En 1925 Santibáñez de Vidriales, carretera y plaza de Abajo, al fondo la iglesia. En la plaza, sobresale a la derecha la ya desaparecida ermita de la Santa Cruz. Casi toda la gente mirando al fotógrafo.

El Gobierno Civil dicta resoluciones contradictorias

Y con fecha 21 de noviembre de 1928 dicta el Gobierno Civil nueva resolución, previa solicitud de revisión de la anterior providencia por parte de Rosinos, en la que se revoca el anterior acuerdo y «se declaran subsistentes las Ferias que se celebran en el Ayuntamiento de Rosinos de Vidriales los días 25 de marzo, 9 de mayo, 11 de junio y 8 de septiembre, dejando sin efecto las que en las mismas fechas tenían lugar en Santibáñez cuyo Ayuntamiento deberá hacer nuevo señalamiento de fechas para la celebración de sus Ferias…» El argumentario de esta segunda resolución lo basa en que «las alegaciones formuladas por el Ayuntamiento de Rosinos están en oposición con los fundamentos de la resolución de este Gobierno, y que estando aquellas debidamente justificadas, no puede mantenerse la providencia dictada por ser inexactos los hechos que le sirvieron de base, toda vez que la Feria de Rosinos es la más antigua de las dos y este Ayuntamiento protestó ante el Gobierno de la existencia de la Feria de Santibáñez en defensa de sus intereses».

Está claro que esta resolución dejó a Santibáñez como un témpano y los dirigentes locales buscaron algún subterfugio. No se podía ir al traste lo que había costado muchos sudores, dinero y empeño de palabra. Se cuestionó la última decisión del Gobierno y se llegó, incluso, a dudar de la legitimidad del acuerdo del Ayuntamiento de Rosinos cuestionando la capacidad para ejercer como tal de quien había actuado como secretario en la sesión de 3 de enero del 1928 que analizaba las R.O. y decisiones a adoptar.

La historia continúa el próximo domingo.

Fotos: Colección M.A.C.

Enlace al capítulo 1: https://www.benaventedigital.es/capitulo-1-el-arco-de-el-ferial-cumple-100-anos/

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba

Adblock Detectado

Por favor, considere apoyarnos mediante la desactivación de su bloqueador de anuncios. Gracias.