
En la historia del cine, pocos lugares han tenido la suerte de ser elegidos como escenario por grandes directores de Hollywood. Uno de estos lugares es un pintoresco pueblo de Zamora, Villalonso, conocido por su belleza y su influencia histórica. Este mismo pueblo fue la sede de rodaje de la famosa película Robin and Mariam, dirigida por Orson Welles en 1976.
El director estadounidense, reconocido por su talento y su estilo único, encontró en este enclave de Castilla y León un lugar ideal para ambientar una de sus obras más emblemáticas. El impacto visual de sus calles empedradas y el paisaje rural de la zona hicieron que Welles quedara «encandilado» por su atmósfera, convirtiéndolo en un protagonista no solo en la pantalla, sino también en la historia del cine.
Este es solo uno de los muchos rincones de Castilla y León que han servido como telón de fondo para películas internacionales.

El pueblo zamorano, conocido por su arquitectura tradicional, con casas de piedra y tejados a dos aguas, sigue siendo hoy un atractivo turístico, no solo por su historia y belleza, sino también por su relación con el cine. Sus paisajes, que capturaron la mirada de Orson Welles, continúan siendo un lugar de peregrinaje para los amantes del cine y la cultura.
Este pueblo no solo representa un importante capítulo en la historia del cine, sino también un espacio natural de gran belleza que atrae a quienes buscan un contacto más cercano con la historia medieval de España y sus paisajes únicos. Un sitio donde el cine, la historia y la naturaleza se entrelazan de manera fascinante.