El precio del aceite de oliva se disparó un 64,5% en noviembre frente al mismo mes de 2022, liderando los aumentos de precios de los productos de alimentación y provocando una caída de su demanda de cerca del 43%, según los datos del barómetro de consumo de la consultora Circana.
En concreto, esta subida del aceite, que es más agudizada en el virgen extra con incrementos de hasta el 75,6%, hace que se dé una mejor evolución de otros aceites, como del de girasol que incrementan sus ventas un 10% frente al año pasado.
De esta forma, el aceite de oliva prosigue con su escala de precios tras elevarse un 47% entre enero y noviembre, seguida muy de cerca por la leche no líquida, con un 45,5%, el azúcar (38,9%), las verduras y hortalizas congeladas (22,1%) y la alimentación infantil (+18,9%).
Los datos de la consultora confirman que en noviembre continuó la tendencia registrada en los últimos meses con una demanda en volumen positiva y una ralentización del incremento de precios. Aún así, el precio de la cesta de la compra es un 5,2% más caro.
Sin embargo, el consumo continúa la línea positiva y aumentó en noviembre 3,8 % frente al año pasado. El buen resultado de los últimos meses hace que la demanda se recupere y que el acumulado anual arroje un resultado positivo del 1% frente al año pasado.
La categoría de alimentación, que es el que representa un mayor porcentaje de gasto para las familias españolas, sigue registrando el mayor incremento en precios con un 11,8% y también la mayor caída en consumo (-0,2%) respecto de 2022, aunque estos registros suponen una ligera mejoría respecto de los datos registrados en octubre.
Por canales, el canal especialista de perfumería e higiene moderna y el súper grande son los que presentan una mejor evolución en volumen con crecimientos positivos del 6,2% y 3,2%, respectivamente, mientras que los hipermercados y los supermercados pequeños registran una caída de la demanda del 4,3% y 3,6%, respectivamente.