
En la época del avance digital, en la era de las telecomunicaciones, cuando se instala por todos los pueblos la línea de fibra óptica, en Ayoó de Vidriales y en Congosta de Vidriales la línea de teléfono fijo lleva ya sin funcionar más de 15 días. Los intentos por conectar con la compañía telefónica se hacen imposibles y cuando se consigue al otro lado de la línea una vocecita te dice: «Hola. Tal y como hemos acordado contigo, te confirmamos que el (tal día y la hora) un técnico irá por tu domicilio. Si vives en una comunidad de vecinos, es posible que necesitemos acceso al cuarto de comunicaciones de tu bloque. Si necesitas cambiar tu cita puedes hacerlo en https://movistar.es/cita. Nos vemos pronto». Y así uno y otro día.
«Ni caso que hacen, ni llaman, ni se presentan», explican algunos de los afectados a Benavente Digital y Televisión Benavente. Esta situación que se repite desde hace 15 días viene provocando no pocos problemas a los usuarios con teléfono fijo y, sobre todo, a las personas mayores, una buena parte de ellas necesitadas del servicio de teleasistencia. Las bondades del servicio de atención a los mayores se ve dificultada porque la implantación de las tecnologías de la comunicación no llega al medio rural como debiera y con las prestaciones de las que presumen administraciones e instituciones. Gracias al vecindario, al servicio que se presta entre los propios vecinos, ya que son éstos quienes acuden habitualmente a las viviendas con personas mayores para conocer del estado en que se encuentran y si precisan de alguna que otra cosa. Todo por culpa de la falta de mantenimiento de las líneas telefónicas. Y eso en la era de desarrollo tecnológico. Las personas mayores no tienen la culpa.
