Las nuevas medidas restrictivas aprobadas por la Junta de Castilla y León para reducir el efecto de la pandemia tienen una grave consecuencia para el sector de la hostelería y la restauración, ya que a las actuales restricciones del cierre a las diez de la noche se viene a sumar ahora, desde este viernes, el cierre total del sector quedando abierto únicamente para el servicio de comida a domicilio y para llevar.
El gerente de la asociación de hosteleros benaventanos (AHOSBE), Alberto Pascual, refleja con meridiana claridad la profunda preocupación que viven en estos momentos los hosteleros.
«Me parece que son unas medidas muy estrictas, estarán de acordes con la situación que estamos viviendo, pero no las compartimos y aceptamos, y creemos que perjudican a un sector ya de por sí muy dañado», apunta Alberto Pascual haciendo hincapié en que muchos negocios tendrán que echar la persiana y el escenario de la ciudad no será el mismo. «Si se apaga la hostelería, se apaga la ciudad», Así de rotundo se manifiesta el gerente de AHOSBE.
«Nosotros somos parte de la solución, no el problema en sí, se está castigando mucho a la hostelerìa como si estuviera incentivando el agravio de la situación. Todo lo contrario, nosotros creemos que nos es así porque los profesionales quieren ser parte de la solución y están adoptando medidas». Pone el acento en el índice que se ha publicado del porcentaje de contagios aduciendo que en la hostelería oscila entre el 2,5% y el 3%. «Si paramos la hosteleria la gente se reuniría más, habría multiplicidad de reuniones familiares , botellones, etc, y la incidencia de la enfermedad creo sería mayor».
Desde la asociación de hosteleros benaventanos se augura que el plazo marcado de 14 días para el cierre del sector será prorrogado. «No creemos que sean 14 días, creemos que este cierre se prolongará».
«Los gobernantes deberían de tener en cuenta que una vez se adoptan estas decisiones que las ayudas como mínimo deberian de estar a la altura de las restricciones, porque no están a la altura. Muchos autónomos se van a quedar en la calle por una simple prestación del cese de actividad del 50% de la base mínima de cotización, eso es ridículo, si se echan números es sumamente ridículo», sigue explicando Alberto Pascual.
Se ha considerado, por otro lado, que parte de la hostelería no está dentro de las actividades comprendidas en el Real Decreto del mes de septiembre como grandes perjudicados. Al respecto, Alberto Pascual señala: «si no se considera esta actividad como gran perjudicada, que me lo digan a ver cómo es a una actividad a la que no se le permite trabajar».
La hostelería no son solo camareros y cocineros, señala apuntando a que «detrás hay un conglomerado de actividades, un núcleo del que se desprende un nudo de actividad tanto de servicios como industrial, hay un tejido empresarial inmenso y hoy está temblando por las medidas que se están tomando. Mucha gente psicológicamente está quedando muy afectada y es difícil levantar cabeza, pero es seguro que lo haremos», señala con vehemencia el gerente de la asociación de hosteleros de Benavente.
