
Hoy es un día importante, pero no más que cualquiera de los sábados que nos habéis dado. Hoy tenéis por delante una batalla, pero no una guerra. Y a esa batalla estáis llamados vosotros, los valientes que habeís vestido la elástica azul y blanca a lo largo de muchas tedias. Vosotros habeís sido los elegidos para dar a Benavente el reino de un imperio. Vosotros habeís llevado a todo un ejército que os ha sido fiel durante toda una vida. Habeís crecido, creído y trabajado para unos estandartes que hoy nos representan.
Os estamos muy agradecidos por todo lo que habeís trabajado y sudado para que hoy estemos plantados ante un pedazo de la historia que este club ha escrito y que no dejará de ser un renglón en rojo ante lo que puede llegar a escribirse.
Hoy vuestra batalla tendrá lugar en lugar conocido, donde como nuestro Viriato, encontrareís el escondrijo adecuado para sorprender a nuestro rival. Bien es cierto que ellos os produjeron las primeras heridas, pero ojo, que no estaís muertos. Tendreís a todo un ejercito de vasallos detrás de vosotros que han engalanado balcones y calles con los colores de vuestros blasones y estandartes, que cantarán vuestras canciones de guerra y que os gritarán, alentarán y os levantarán cuando en el fragor de la batalla toqueís tierra con la rodilla.
La Rosaleda será hoy el lugar del envite. Un lugar que conoceís palmo a plamo y centímetro a centímetro. Ella ha vivido los momentos más ilustres de este club y seguirá siendo de esa manera.
A estas horas, guerreros, cuando esteís leyendo esta pequeña reflexión, estareís puliendo y sacando brillo a vuestras armas conocedores de la presencia de vuestros dioses, entre ellos Ángel Rivera, que os van a ayudar.
Los que como yo o mis compañeros de Televisión Benavente hoy nos toque hacer de bufones para animar a la «plebe» estaremos desde aquí empujando. Sirva por lo tanto estas letras, que quizá son las más nerviosas de toda la temporada en la que hemos estado con vosotros, para sentirnos a vuestro lado y que sepaís que tras nosotros teneís otro ejército dispuesto al relevo del que os habeís llevado a la batalla y que si esta no se ganara nunca habreís perdido la guerra.
¡Espartanos!………….