La lucha contra la despoblación se hace cada vez más firme sumando apoyos y este sábado se puso de manifiesto en la localidad de Fuentes de Ropel donde se presentaba el documento a nivel de Castilla y León, el modelo de desarrollo para frenar la sangría demográfica, «para defender el modo de vida de los pueblos», como señaló Chema Mezquita, de la Coordinadora Rural Zamora. Si previamente se había presentado a nivel nacional en el Congreso de los Diputados, como ya se ha adelantado, ahora la puesta de largo del modelo de desarrollo regional se hacía en un núcleo rural, en Fuentes de Ropel.
Dentro del Movimiento de la España Vaciada forman parte y colaboran diferentes asociaciones provinciales, no sólo la Coordinadora Rural Zamora, sino también Plataforma 102 de Porto de Sanabria, Zamora 10, y Juntos por Sayago. Del mismo modo, asociaciones con implantación en Zamora y otras provincias como Jóvenes de Castilla y León, el MJRC Movimiento de Jóvenes Rurales Cristianos, o el Colectivo de Ciudadanos del Reino de ,eón.
El documento con 101 puntos, presentado en Fuentes de Ropel, pasa por medidas concretas apelando de modo directo a los gobernantes para poner freno a la sangría poblacional que sufren los núcleos rurales. Para que se impliquen directamente y con urgencia ante el clamor de los pueblos, que los proyectos de vida labrados en los pequeños territorios puedan seguir adelante y no se trunquen.
Para ello, es necesario el reequilibrio territorial y la cohesión con el fin de compensar las desigualdades existentes. «Hay que llegar a acuerdos fuera de los intereses partidistas, suscribir un Pacto de Estado y ofrecer mecanismos de participación», se ponía en boca de los ponentes.
Medidas concretas que pasan por garantizar la conectividad de banda ancha, que el acceso a Internet sea ya una realidad, una fiscalidad diferenciada, la mejora de las comunicaciones terrestres, es decir unas infraestructuras dignas, el cuidado de los mayores. Un colectivo éste para el que se aboga una atención domiciliaria, así como no podía dejarse a un lado el clamor incesante de los habitantes en los pueblos, la asistencia presencial en los consultorios médicos. Así, hasta la cultura, el desarrollo del sector primario, etc.
Toda una amplia y estudiada relación de medidas a aplicar que pasaría por este Pacto de Estado contra la despoblación, para frenar la sangría. Un clamor que surge desde lo más genuino, desde lo rural, un clamor que surge desde el pueblo, «desde abajo a arriba» para que sea recogido por los gobernantes.
